Si hay una situación altamente preocupante en lo que a empleo en Europa se refiere, es la de los jóvenes de aquellos países que encabezan las listas de paro. Concretamente, España presenta los porcentajes más altos de desempleo juvenil, con un 38,6% de los menores de 25 años excluidos de la vida activa, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

De la misma manera, entre las principales estrategias nacionales para revertir este fenómeno destaca el denominado Sistema Nacional de Garantía Juvenil. En él se inscribe el Plan Integral de Cualificación y Empleo (PICE), que entre enero y julio de este curso ha logrado insertar laboralmente a un total de 544 jóvenes.

El PICE, promovido desde la Cámara de Comercio de España, basa su funcionamiento en dos planes: el de Capacitación, un itinerario que recorre una orientación vocacional, una formación troncal, otra específica y una fase de acercamiento a empresas; y el de Movilidad, consistente en períodos de prácticas en empresas extranjeras. Con todo, el mayor atractivo del programa PICE radica en dotar al beneficiario de una formación de calidad, no solo ajustada a la demanda empresarial, sino también vinculada a sus propios intereses.

Del más de medio millar de jóvenes que han accedido a un puesto de trabajo tras pasar por la orientación vocacional, 144 lo hicieron en la Comunidad Valenciana, la región que mejores datos de inserción registró en el programa. La siguen a esta las comunidades de Castilla-La Mancha (con 103 usuarios empleados) y Andalucía (84 jóvenes).

No obstante, los buenos datos del PICE se extienden más allá de la consecución de una oportunidad laboral. Y es que, desde su puesta en marcha en 2015, el programa ha recibido más de 61.500 inscripciones en todo el territorio nacional. De estos usuarios, casi 60.000 han participado en las sesiones de orientación, 27.200 han finalizado la formación troncal y 17.609 han pasado por la específica. Unas cifras que se han incrementado de manera ininterrumpida desde hace dos años: solo durante los primeros siete meses de 2017, se han producido 13.282 inscripciones.

Pero, ¿qué requisitos es necesario acreditar para estar dado de alta en el Plan Nacional de Garantía Juvenil, y así disfrutar de las ventajas del PICE? Basta con no tener más de 29 ni menos de 16 años de edad, así como no haber trabajado ni participado en acciones educativas durante el día previo a la solicitud.

Una vez resuelto el trámite de la inscripción, el interesado podrá beneficiarse directamente de las acciones formativas y de las prácticas en compañías; e indirectamente de las ayudas de hasta 4.950 euros que la Cámara de España concede a aquellas empresas que contratan a jóvenes vinculados al PICE. Asimismo, los usuarios que apuesten por el autoempleo podrán asistir a talleres informativos, y solicitar ayudas de 1.800 euros para comenzar con su actividad económica.

Por último, el éxito de la Garantía Juvenil puede explicarse por su carácter internacional: fue acordada en 2013 en el seno de la UE e impulsada inicialmente con 6.400 millones de euros, siempre con el objetivo de mejorar la empleabilidad de los jóvenes de nuestro continente. En este sentido, recientemente el Parlamento Europeo introdujo un cambio presupuestario, incrementando en 500 millones de euros el apoyo a la Garantía Juvenil. Esta cantidad se enmarca en un aumento más amplio, que asciende a 1.200 millones de euros y que deberá ser gastado entre los años 2017 y 2020. En definitiva, se espera que las próximas acciones reduzcan ostensiblemente el número de parados jóvenes y mejoren su condición laboral, habitualmente ligada a la temporalidad y la parcialidad en los contratos.