ALGECIRAS. - Desde que empezara a caer la lluvia, en forma de grandes goterones, en la noche de ayer, ya se preveía que está vez no era como las otras veces. Los coches que activaban sus parabrisas, notaban como el agua dejaba un rastro sucio sobre el cristal, que dificultaba incluso la conducción.

Esta mañana, nos hemos despertado con la sorpresa, aunque no tanto, de ver nuestros coches, patios, terrazas, las calles..., llenas de barro, barro procedente de la lluvia, que ha obligado a dedicar unos minutos a adecentar los vehículos antes de salir.

El polvo sahariano en suspensión, que estos días impregna los cielos de media España, ha sido arrastrado, y de qué manera, por la lluvia caída, no mucha, pero lo suficiente como para dejar su sello.

A buen seguro que hoy, muchos se llevaran parte de ese barro en sus ropas..., sobre todo los niños, así que, cuidado con rozarse.