Los resultados del Colomer Dental Algeciras hablan por sí solos. En tan solo cuatro jornadas, los algecireños son líderes en solitario con ocho puntos, a uno de su inmediato perseguidor, el BM Triana, y a dos de un Colegio Maravillas Benalmádena al que sometieron a su merced el pasado fin de semana. 

La forma física y mental en la que se encuentra el bloque del Ciudad de Algeciras recuerda a la marcha que por el circuito férreo español llevan los trenes adscritos a la red de Alta Velocidad Española (AVE). Su disposición en defensa 6-0 es como la colocación de un convoy de seis vagones. Parece que los de Chano, en esta liga, compiten a otro nivel, o, mejor dicho siguiendo este símil ferroviario, el Colomer es un AVE y sus rivales, trenes Talgo.

El cuadro que dirige el maquinista Chano es un conjunto compacto que cuando su motor carbura no tiene quién le deje atrás en la pista. El pasado fin de semana, los pupilos del preparador algecireño hicieron sucumbir a uno de los huesos del grupo. El conjunto benalmadense no logró ponerse por encima de los de casa en ningún parcial del encuentro. Más que parcial, en ningún minuto.

El apetecible Hispanoservis Palma del Río, con cero puntos y farollilo rojo, no deberá suponer ningún problema para los algecireños.

La valía de muchos de los jugadores del plantel es apabullante. Pedro Saucedo y Juan Bermejo son dos puntos encontrados, que tienen como término medio a Jesús Lozano. Saucedo tiene 19 años, quince menos que Bermejo y Lozano, dos lustros más que el joven lateral algecireño. La actuación del trío se define con su situación en la alineación la jornada anterior. Ninguno estuvo fuera de la pista más de diez minutos. No obstante, a esta terna podría unirse la buena actuación de Juan Manuel Cruz, acertado en el extremo, y Sufian Mohamed, letal en el vértice central de la 6-0. 

El toque de atención necesario a este equipo radica en un problema que salió a las claras en la cancha del Ciudad de Algeciras. Los de Chano parecen tener un problema de concentración. Sus salidas en una parte y en otra no se asemejan ni en el blanco de los ojos, que se dice. Dos inicios aceptables de tiempos reglamentarios hacen contraste con una pájara en las rectas finales, que bien podría costarles en alguna ocasión un disgusto. Se vio claramente el pasado encuentro cuando la escuadra costasoleña logró arañar tantos al luminoso al término de las dos mitades.

A las actuaciones de Saucedo, Bermejo y Lozano se unen las de Juan Manuel Cruz y Sufian, buenos en sus labores.

Como todo hijo de buena vecina, este Colomer tiene defectos. Como los humanos que son. Sin embargo, tienen dotes que, de saber aprovecharlas, podrían llevarles muy lejos. Su maquinista se apellida García del Pino y, a los resultados ha de remitirse el que opine, se ve que las velocidades no le dan miedo. Su equipo es líder y, a día de hoy, circula por otras vías distintas al resto. Las de Alta Velocidad.