El Algeciras C.F. parece que nunca puede estar tranquilo. Ahora que lo deportivo marcha, que lo económico va poco a poco solventándose y que mañana hay un partido relevante ante el Arcos, actual rival por el primer puesto, de nuevo Cádiz aparece en el horizonte como una amenaza.

       La directiva que encabeza Ricardo Álfonso Álvarez, se ha encontrado con una desagradable sorpresa de la Tesorería de la Seguridad Social, como antes de la última promoción de ascenso, y en un asunto que, en teoría y en la práctica, ya estaba resuelto judicialmente. De nuevo la TSS quiere ejecutar un embargo a la entidad Centenaria, presuntamente de nuevo por la famosa denuncia del seguidor cadista que dijo querer ver desaparecer al equipo rojiblanco y al Xerez, que vive momentos de incertidumbre.

       Los gestores algeciristas comparecieron en el Nuevo Mirador y anunciaron una protesta, mañana a las 16:30 antes del trascendente duelo ante el Arcos, a las puertas del santuario rojiblanco a la que han llamado a la afición y a las fuerzas políticas y sociales de la ciudad. Asimismo, los jugadores protagonizarán una sentada antes del inicio del juego, y el palco se llenará de camisolas algeciristas. "Lanzamos un SOS a la ciudad", apuntaron tanto el máximo mandatario como el letrado Miguel Ángel García.

        Recapitulando, hay que recordar que el club está en concurso de acreedores y pagando puntualmente la ley concursal. En su día, la Tesorería de la capital, que está incluida en la ley y ha cobrado tanto el corriente como la deuda privilegiada, reclamó un millón de euros al margen del débito reconocido. El Algeciras C.F; recurrió y el Juzgado de lo Mercantil levantó el embargo pero no clausuró la deuda. Esto ha impedido, durante algún tiempo, recibir subvenciones de administraciones públicas. Actualmente hay una pendiente de Diputación.

         Sin embargo, cuando parecía todo en orden, el pasado viernes, casualmente el mismo día que se presentó a Mané, de nuevo el ente gaditano apareció en escena ya que ha iniciado otra vía de embargo. En este caso, y según ha relatado Miguel Ángel García, se trata de proveedores que había obtenido el directivo Nicolás Martínez y a los que la Tesorería les reclamaba el dinero que debían ingresar en la cuenta de la entidad de la Menacha.

            Tras tener conocimiento de la situación, el club mandó un escrito a la sala de lo Mercantil e incluso ha iniciado acciones penales por un presunto delito de desobediencia. El juzgado, hay que recordarlo, ha levantado el embargo y se espera además que el juez de testimonio de las maniobras que, presuntamente, se siguen orquestando contra el club algecireño.

           "Pedimos ayuda a la ciudad y a la masa social ya que, de nuevo, nos encontramos con esta incertidumbre ahora que se veía la luz al final del túnel". Y es que parece que algunos están obsesionados con el equipo que representa a la segunda ciudad de la provincia, tras Jerez de la Frontera.