El Hyundai i30 New Generation arranca hoy para disfrutar, en su enorme confort y aprovechando sus incontables prestaciones, de una victoria espectacular de nuestro Algeciras. Un triunfo importante, que recupera buena parte de la ilusión perdida, pero que, ojo y sin ánimo de ser aguafiestas, no garantiza nada. Al lío.

        Hace una semana, no es ventajismo, aseguramos aquí que en el Barbadillo, infranqueable hasta el domingo, los de Guti podrían perder, ganar o empatar, pero que iban a dar la talla, seguro. “El equipo va madurando cada semana, aunque obviamente no podemos relajarnos ni un ápice”, sentenció el técnico rojiblanco. Aludía a lo que también él garantizo tras el mal partido ante el San Roque. “Creo que a los algeciristas hasta nos gusta esto cada final de temporada”, espetó el míster antes de agradecer el apoyo de la grada, enorme, y de la que está convencido, volverá a engancharse ahora que el equipo ha dado muestras de lo que es capaz.

       La atípica temporada que está desarrollando el cuadro rojiblanco sólo tiene dos factores de regularidad y que invitan al optimismo moderado. El primero es que pese al muy mejorable segundo tramo de liga, acumulan ya 36 jornadas en puestos de promoción. La segunda es que con la excepción del día del Écija, en el Mirador, ninguno de los cinco primeros, le ha ganado.

         En Arcos, el héroe fue Ganet. El todocampista ecuatoguineano parece haber reaccionado al toque de atención y dentro de su buen tono general en el año, ha subido un peldaño. Sin embargo, no estaría de más destacar el planteamiento del entrenador, cuando toca hacer crítica se hace. La libertad que al citado Ganet le da tener a Hedrera por detrás, o la jerarquía que aporta Mané. El ex Primera División llegó para estos momentos y parece que estará en su mejor estado físico en la hora de la verdad. “Camps ha vuelto a ser Camps y el equipo ha hecho un gran trabajo” completó el míster.

          Toca mantener la calma, “seguir con la máxima concentración y estando al 100% podemos competir con cualquiera”. A partir de aquí, aunque pueda ser lícito, de nada vale ya lamentarse de lo que pudo haber sido y no fue. Más bien toca entender que no hay nada perdido, que si bien no hay la certeza, casi nunca la hay, de otros años, es evidente que el equipo, si llega a la promoción, como así deseamos y ahora no se debería escapar, está capacitado para medirse a cualquiera.

      El primer paso de los, esperemos, ocho últimos partidos de la temporada, llega el domingo. La directiva ya ha puesto de su parte con los precios populares, la afición parece haber calmado buena parte de sus dudas con el 1-4, y los jugadores que más presionados se sentían por todo el entorno, comprendieron en el Barbadillo, lo que es tener una gente detrás que sólo les va a pedir entrega, compromiso y ellos les darán el resto. Asi sí, sin euforia, con calma y aceptando, no queda otra, que este grupo ya no va a cambiar en lo que resta. En el fondo es la tradición histórica, sufrir de todas las maneras posibles.

      El Hyundai ya se prepara para acudir al Mirador el domingo. Allí estará aparcado tras pasear por la ciudad de la Bella Bahía mostrando su elegancia, subiendo el nivel, como lo ha hecho el equipo de nuestros padecimientos, en los momentos claves de la temporada.