El primer día de competición en el Andalucía Valderrama Masters dejó a Sergio García, copatrocinador de la cita, al frente de las clasificación  con una tarjeta de 66 golpes (-5). El de Borriol logró cuatro birdies en los pares tres “algo que no había conseguido nunca”, aseguró tras un buen día de golf en el que el campo “se deja algo más pero tienes que jugar bien”.

Y es que el debate está centrado en si Valderrama es o no menos fiero que en ocasiones precedentes. Hay argumentos para todos los gustos. Cierto es que los alcornoques se han podado y que el rough no es, ni de lejos, el de otros años. Los greenes, sin embargo, siguen siendo un calvario y una examen de paciencia y buen hacer para todos. Tras la ronda inicial ni siquiera 30 profesionales pueden con el mítico recorrido. 

La vuelta de García se basó “en una buena estrategia y estoy contento, aunque resta mucho y sabemos lo que te exige este campo”. Cuatro birdies en los nueve primeros, salió por el 10, y algo más movida la segunda parte. Con el detalle de los pares tres ya reseñado, el ganador del Masters llegó incluso al -6, pero un bogey final, en el 8, dejó el resultado en 66. 

Junto a García se ha situado el holandés Loouiten, con el mismo resultado, y el inglés Rock 67 (-4). Todos jugaron por la mañana con una ligera brisa y escasa lluvia.  También en el partido del español compareció el campeón el pasado año del Open de España,  Johnston que volvió a disfrutar en su campo fetiche. De momento, 69 (-2) para empezar.

La otra gran actuación de La Armada la protagonizó el catalán Pablo Larrazábal. En los nueve primeros hoyos apenas hubo nada destacable. Bogey al 1 y birdie al nueve que supuso el momento de inflexión. Encadenó tres birdies más, comenzó a jugar de manera agresiva y el final, con dos aciertos más en el 16 y 17 le dejó con 67 (-4) al borde del liderato.

El campogibraltareño Álvaro Quirós mantuvo su tono habitual de irregularidad. “Es más de lo mismo” aseguró a Horasur nada más acabar con 74 (+3) y un corte por pelear. “Los golpes malos los pago y los buenos no los aprovechó”. Y es que de todo hubo. Sirvan como ejemplo el del hoyo 1 o el espectacular segundo en el 17, de los que sólo sacó un birdie, cuando tuvo posibilidad de eagle, bien tirado, y sobre todo de ganar un golpe al campo en su décimo hoyo. Tiene trabajo, aunque no es imposible.

La otra atracción del arranque, ya en el turno de tarde, era Jon Rahm. El de Barrica sufrió lo que es Valderrama, mostró su genio en varios momentos de enfado, pero tuvo una reacción que se quedó a medias. Tendrá trabajo en la jornada del viernes  en la que partirá del 74 (+3) que fue un resultado  muy repetido en la jornada. 

Por lo que respecta al objetivo de los 40.000 espectadores va camino de ser una realidad. La primera ronda contó con una buena afluencia de público y una nutrida representación de vascos que acompañaron a Rahm en un día que no fue fácil para el número cinco del mundo.