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El Algeciras no pudo con el orden de la Unión

DURO MOMENTO EN EL ALGECIRAS C.F.

Guti, el diván y los hombres

Guti, el diván y los hombres

El equipo parece bloqueado. El entrenador intenta mantener la unidad de grupo pero admite cierta inmadurez y peso de la responsabilidad en un vestuario que debe dar un paso adelante para revertir la situación actual. Alcalá y San Roque se antojan como punto de inflexión para bien o para mal.

Arrancamos nuestro cómodo y espectacular Hyundai para el primer paseo del 2017. Un recorrido que, gracias a las prestaciones del vehículo, permite reflexionar tranquilamente y con serenidad, más allá de la opinión de cada uno, sobre el mal momento de nuestro equipo. Al lío.

El año nuevo comenzó aún peor de lo que finalizó el anterior. El equipo de nuestros amores, pasiones y sufrimientos, no sólo acumuló otra jornada sin vencer, ya van cinco, sino que ofreció una imagen bastante plana ante un rival, el vecino amable, que tiró de orden y de sus pocos recursos, con lo que su mérito es aún mayor, para profanar, por vez primera en su historia, el Nuevo Mirador.

       Más allá de la derrota, aunque Guti diga que "no se puede perder y sólo se usa una vez que ha ocurrido", lo peor es que hubo poca sorpresa. El equipo, aquí estaba estaba y sin ningún mérito ni búsqueda de nada, llevaba una racha en la que los números eran mejores que las sensaciones, gracias míster por la cita. La situación no es alarmante -sigue en promoción, sólo ha caído dos veces y tiene un partido pendiente- pero comienza a ser preocupante.

       El entrenador, un currante y algecirista pero que no es perfecto como ninguno, tuvo una intensa charla con su vestuario tras el choque. Luego también acudió a la sala de prensa y parece que el diván será el gran protagonista de la semana en el entorno de La Menacha. "Lo mental es el 90%, diría que el 100%" apuntó. Admitió que hay inmadurez, gente que no puede con la presión de estar en el Algeciras y acarrear esa responsabilidad y también pidió "dejar de lado los egos y anteponer el interés del grupo por encima de todo".

       Guti, lo sabe de sobra, está ante la oportunidad de su vida. Por lo que ha peleado y probablemente por la que se hizo entrenador, más allá de su amor al fútbol, pero también conoce como está montando esto. Así que en las próximas semanas se juega un examen, aún mayor si cabe, que el que ha venido superando cada día. Es la gloria y la carga de entrenar a la Centenaria entidad. Claro que los que se enfundan la sagrada túnica rojiblanca también deberán mostrar más cosas. Hasta ahora, y con algún momento puntual de crítica por la relajación de algunos partidos, todo había sido color de rosa. "Hay miedo a perder lo que tienes, eso puede ocurrir más allá del bajón que es evidente" apuntó el míster en su extensa comparecencia en la que, como siempre, no rehuyó ninguna cuestión. 

       Es el momento, ahora que además hay tiempo para rectificar, de diferenciar a los hombres de los niños. De mostrar en el campo que el equipo, no sólo estará en la fase final por el ascenso, sino que quiere ser fiable. El Algeciras no puede permitirse, en Tercera, cinco partidos sin vencer. No son cifras de un aspirante, pero además, las sensaciones no están siendo buenas y eso está haciendo mella en una afición ya muy castigada.

       Suele decirse que los grandes equipos son los que se levantan en los malos momentos. Ahora toca ver lo que hay dentro de cada uno de los jugadores, más allá de las cuestiones tácticas o técnicas. Alcalá de Guadaira y San Roque, el duelo aplazado, se presentan como dos ocasiones que, ojo, también pueden ser dos problemas. Esperemos que se resuelvan favorablemente. El Hyundai del algecirismo estará allí con su calidad, belleza y fiabilidad. La que tiene el coche y que ha perdido, al menos por ahora, el equipo rojiblanco.

Guti, el diván y los hombres