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El municipio de Astorga espera, engalanado de verde, la visita del Algeciras.

ALGECIRAS SE PREPARA,OTRA VEZ, PARA AYUDAR A SU EQUIPO MÁS REPRESENTATIVO A LOGRAR EL ANSIADO ASCENSO

Los colores de un sueño

Los colores de un sueño

La venta anticipada de entradas arranca en los puntos habituales. El pequeño y coqueto pueblo leonés está engalanado de verde desde hace ya algunas semanas

La promoción de ascenso a Segunda B, la tercera en los últimos cinco años, ya está aquí. El Algeciras se medirá, ya es de sobra conocido, al Atlético Astorga. La ciudad, una vez más, comienza a sentir que una de sus entidades más relevantes vuelve a tener la oportunidad de renacer y esperemos que ahora sí, sea la definitiva.

Sin embargo, el algecirismo, curtido ya en fases de ascenso, se enfrenta ahora a lo desconocido. Nunca, en la era moderna, había entrado en el tramo decisivo en cuarta posición -hay que remontarse al famoso ascenso del Hellín- y sobre todo no sabía lo que era no disputar la vuelta entre los muros del santuario de todos los algeciristas.

Ya sea por eso, por la irregular marcha del equipo, corregida a tiempo con seis últimas jornadas sin perder, o por dejarlo todo, como siempre, para el final, el modo liguilla aún no está activado. La directiva ha comenzado la venta de entradas anticipadas, los precios, como suele ocurrir, también han generado alguna crítica, y no faltan los consabidos "ya iré en la tercera". A esos hay que decirles, por si tienen dudas, que no habrá tercera, ni segunda, si el Atlético Astorga elimina a los de Guti.

En el vestuario se rescatan imágenes y vivencias. Unos las cuentan en primera persona. Leasé Romero, Berlanga, Máiquez o Iván. "Nuestra gente en modo liguilla es brutal", se escucha en las entrañas del Mirador. Otros, los que ahora tiran de Youtube para ver el recibimiento del día del Tropezón, el grito de una ciudad cuando el árbitro decretó el final del duelo ante el Bilbao B o el penalti de Batista ante el Marecena, quieren ser protagonistas y sentirlo en primera persona.

En las redes sociales, poco a poco, se va moviendo ya el cotarro. El factor ambiental, como suele ocurrir en Tercera cada vez que los rojiblancos llegan a estas instancias, debe ser el elemento diferencial. No debe ser cómodo, para el rival, jugar en esta categoría ante 6.000 personas, por eso es tan importante que el camino, aunque sea más largo, ya se vivió ante la Segoviana pero entonces había red en  la primera eliminatoria, debe iniciarse el domingo a las 17:45.

El sueño de la Segunda B, el año que parece más complicado, está a seis partidos, tan lejos y tan cerca. En Astorga, desde hace semanas, ya se sueña en verde. Aquí, ahora, con ese modo liguilla del que tanto se ha presumido, llega el momento de hacerlo en rojiblanco.

Los colores de un sueño