La plantilla del Club Balonmano Tierra de Barros. // Foto: R. S.
La plantilla del Club Balonmano Tierra de Barros. // Foto: R. S.

BALONMANO | FASE DE ASCENSO A PRIMERA NACIONAL

Tierra de Barros: un equipo con denominación de origen

Tierra de Barros: un equipo con denominación de origen

El equipo extremeño cuenta en sus filas con una lista de jugadores que, aparte de llevar jugando juntos desde cadetes, comparte un mismo lugar de nacimiento: Almendralejo

ALGECIRAS.- La parte positiva que tiene para el espectador una fase de ascenso es el hecho de poder disfrutar de una serie de partidos al máximo nivel. Sin embargo, esto es algo que a los actores del espectáculo no les agrada precisamente. Y es que, a buen seguro, en el seno del Colomer no supone ninguna ilusión enfrentarse ante uno de los mejores equipos de Extremadura, junto al Villafranca de los Barros, que milita actualmente en Primera Nacional. Más bien, un reto. Aunque, de aquí la reciprocidad de estas fases, esto también lo es para el conjunto extremeño. 

El Balonmano Tierra de Barros lleva por las canchas extremeñas el nombre de la comarca de la que es capital Almendralejo, su tierra. Los almendralejenses solo pudieron hacerse con la tercera posición de su grupo en liga regular. No obstante, y gracias al sistema de organización de la Federación Extremeña de Balonmano, los playoff que disputan los cuatro primeros clasificados, les alzaron a la cúspide de la Comunidad Autónoma. Los de la tierra del vino vencieron al Balonmano Calamonte en semifinales y, en la final, se vieron las caras con uno de sus eternos rivales en la historia del balonmano de Extremadura, el combinado de Cáceres, Balonmano Paideuterion. Los cacereños no fueron rivales para el Tierra de Barros, quien venció en los dos encuentros de la final regional. 

Por ejemplo, a diferencia del Colomer, favorito este fin de semana y que la pasada temporada se quedó a las puertas de disputar este torneo por el ascenso, la escuadra pacense ha logrado, tras materializar su campeonato el pasado mes de abril, clasificarse para tres fases finales en tres años consecutivos. Triplete, que diría Guardiola. Sin embargo, en ninguna de las dos anteriores salió bien parado. La primera de ellas , en la temporada 2014-2015, les desplazó hasta Córdoba, donde el único resultado positivo que cosecharon fue un empate ante el todopoderoso La Salle, equipo de Primera a día de hoy. Un año más tarde, la suerte, lejos de sonreírle, les propinó una bofetada y les envió hasta Galicia, donde los de Almendralejo no fueron capaces de sacar un resultado positivo. Así las cosas, el Tierra de Barros llega a Algeciras sin haber vencido un encuentro en una final four en tres años. 

Echando a un lado el potencial de estos almendralejenses, sin duda, un plus a su favor es la sintonía de su vestuario. El grueso de la plantilla se conoce desde que tenían dientes de leche y, alguno que otro, faltaba a los entrenamientos porque su madre lo retenía castigado por sus bajas notas. Prueba de la buena combinación entre veteranía y juventud es que la mayoría del plantel está entre los 25 y los 28 años, con tres veteranos por encima de ese intervalo y media docena por debajo. El más longevo del equipo es Vargas, de 39 años, y el benjamín, Juan Diego, de 19 recién cumplidos. 

Su entrenador

Sobre el papel, no cabe duda de que lo que más llama la atención de esta entidad, que preside Antonio Enríquez, coetáneo de dos históricos de este deporte como Rafael López León y Domingo Díaz Mera, es la historia que lleva consigo el pastor del rebaño, Tomás Ruíz Delgado. Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, este canarión, de 56 años,  vivió nueve en San Fernando, adonde destinaron a su padre, que era militar. A su vuelta al archipiélago, Ruíz conoció el balonmano y, desde entonces, no lo ha abandonado, como si de un matrimonio se tratase. Como jugador, ha disputado campañas en Primera División y División de Honor; y en los banquillos, es titulado Técnico Superior y entrenador nacional. Su llegada a Alemandralejo se debe a que, tras jubilarse como funcionario, quiso mudarse a Extremadura, única comunidad de la península que no conocía hasta ese momento. Llamó a las puertas del Tierra de Barros y el resto, ya lo han leído líneas arribas. Su próxima parada, Algeciras, a menos de cien kilómetros de la que considera su segunda tierra. La Isla de Monje Cruz, José. 

Tierra de Barros: un equipo con denominación de origen