"Otra más". "Illa, illa nos vamos a la liguilla", 'El balonmano nos ha enseñado el camino", decía el presidente Ricardo Alfonso Álvarez. "Ahora que tiemble el que nos toque", apuntaba un Guti mojado tras su paso por la ducha. "El Mirador en modo liguilla es mucho", apuntaba el Gato Romero que espera dar seis charlas más a sus compañeros en un vestuario que, en Castilleja de la Cuesta, liberó mucha tensión. 

     Gritos, botellas de agua, camisetas al viento y todos los rituales de estos casos. El Algeciras, una vez más, se ha clasificado para la promoción de ascenso a Segunda B y lo  hará por un camino, hasta ahora, desconocido. Cierto es que en la temporada de Mere se perdió la primera eliminatoria y hubo se ascender en la tercera, pero había red y la vuelta siempre era en casa.

    Ahora no hay red y salvo combinaciones algo rocambolescas, los segundos partidos se jugarán lejos de los muros del santuario rojiblanco. Ese al que apelan, desde ya, los jugadores y directivos. Y es que como apuntaba el Gato Romero, el alma de este equipo, "sabemos como es nuestra gente de exigente, lógico, pero también sabemos lo que es en modo liguilla". Recordaba lo del Tropezón y anunciaba que "entiendo que aquello es difícil de repetir, pero ojalá". El meta entiende que ahora "nadie querrá encontrarse con nosotros, quizás el año que menos se espera podemos lograrlo, estamos en un buen momento de forma y vamos a dar mucha guerra".

      El presidente, Ricardo Alfonso Álvarez, ya apelaba a la ciudad y también felicitaba al Algeciras Balonmano por su ascenso. "Esperemos que esto sea un punto y seguido". Además comparte el mensaje de algunos de llegar a la tercera ronda. "Soy obsesivo y esa es la actitud, pero hay que trabajar mucho y esperemos que sea un final feliz". El máximo mandatario rojiblanco no se decanta por ningún rival. "Es el bombo el que decide y al que venga intentar de sacar la mayor renta posible y decirles que aquí está el Algeciras Club de Fútbol".

        Eso sí el ex colegiado de Primera División entiende que ahora "todo cambia. Estábamos solos ante el peligro pero ahora es la ciudad la que debe responder, además aprovecho para felicitar al balonmano y ojalá podamos repetir nosotros, nos han enseñado el camino". Álvarez recibió la llamada de la primera autoridad municipal, José Ignacio Landaluce, y espera que entre todos, de nuevo el espíritu rojiblanco invada cada rincón de la ciudad de la Bella Bahía.

       El que se mostraba feliz, pero al mismo tiempo consciente de que hay que seguir, era David Gutiérrez 'Guti'. "Me quedo con el trabajo de toda esta gente, quizás hemos recibido muchas críticas pero había que estar dentro. No era fácil, aunque pensamos que siempre estamos un escalón por encima, los equipos sabían que no era así".

        El míster considera que la segunda vuelta no ha sido deficiente. "Hemos tenido los altibajos de un equipo inexperto pero en general lo hemos merecido tras 38 jornadas en puestos de promoción". Además, hizo referencia al emocionado abrazo, lágrimas incluidas, de dos veteranos como Berlanga y Máíquez "ellos saben lo que nos ha costado y han vivido otras que estaban en circunstancias más favorables por decirlo de alguna manera". Guti no se pronuncia sobre el rival que prefiere y con humildad, pero convencido de los suyos, entiende que "vamos a por todas".

      El pistolero David Camps en casi la primera acción del partido y superó a Julio Cabello como máximo goleador en una temporada. "Lo importante era sumar el punto que nos faltaba y ya a pensar en el sorteo y a seguir trabajando. El sueño continúa y está afición se merece todo". El goleador entiende que se ha sufrido mucho "pero nos lo merecemos y ahora vamos a pelear por estar seis semanas jugando ya que llegamos muy bien", subrayando que está convencido "del ascenso".

      Llegó el último, en el peor momento, y se ha hecho con un sitio en el once. José Mari aseguró, tras ver a la afición algecirista en Arcos, que había venido para esto. "Ya voy conociendo el sufrimiento algecirista y bueno al final lo hemos conseguido". El central aludió a la expulsión de Reyes. "Es un buen futbolista pero tiene que madurar". Ahora, el lebrijano lo tiene claro. "Como la canción pasito a pasito pero a por todas". Recordó que cuando entró en el vestuario notó la presión que tenían sus compañeros, algo que ha cambiado. "Estamos en un momento bueno, en línea ascendente y tenemos un plus que es la afición que no tiene nadie".

     Máiquez y Berlanga se abrazaban y lloraban casi como juveniles. Repetían otra más otra más, para el lateral será la séptima y el central espera vivir un ascenso en el epílogo de la Feria Real. "Veremos que ocurre, ya sabemos que hay que sufrir siempre pero al final estamos en liguilla y ahora quizás nadie quiera jugar contra el Algeciras", apuntaba el capitán. "Viví la de Tropezón y ahora ojalá lleguemos a la Feria Real" subrayaba Berlanga que además exponía la emoción de su compañero y amigo. "Él vivió el descenso, yo también desde la distancia y esto nos duele como hemos hablado muchas veces", pero ahora, cuando parece que es el año con menos favoritismo, si es que eso existe en una promoción de ascenso, puede ser. "Creo que lo de Guti nos liberó a todos y ahora estamos en un gran momento".

     Tano hacía referencia al calor. Siempre acompañado de su padre y con dedicatoria especial al cielo admitía estar "muy feliz" pero al mismo tiempo ya convencido de lo que resta. "Vamos a disfrutar hoy, a liberar la mente pero a partir del lunes a trabajar y a pensar en lo que queda que  puede ser muy bonito". Además, entiende que el equipo llega "en buen momento"y sin la presión de otras ocasiones, al menos no tan señalado como en años precedentes. "He vivido situaciones así y al final te metes en la promoción como un tiro". Además, espera ver el Mirador que le han contado. "Sabemos que nuestro campo es grande, con la gente ahora supongo que más metida y eso es un plus que pocos tienen".

     A las cinco el sorteo. El primer partido en La Menacha el próximo domingo, previsiblemente, y todo dispuesto para llegar, ojalá que sea así, al último día de la Feria Real pensando que a la jornada siguiente habrá que ir al Mirador, como tantas otras veces.