La música y la poesía han tenido desde siempre una hermosa relación de ida y vuelta. Una relación que reaparece rejuvenecida y certera con la recreación musical que el cantautor gaditano Fernando Lobo ha hecho de poetas contemporáneos en su trabajo Versos robados, que compartió en la noche de este sábado con el público algecireño en un íntimo concierto en la sala McCartney.

El gaditano viene de la música de cantautor, donde ha ido sembrando su propio estilo en unos años de trayectoria en los que ha compartido cartel con artistas de la talla de Luis Eduardo Aute, Joaquín Sabina, Pablo Milanés o Rozalén, y en la que ha hecho grabaciones discográficos con músicos como El Kanka, Zenet, Zahara o Jesús Bienvenido.

En las tablas del McCartney, donde la apuesta de Alberto Beltrán logra reeditar en Algeciras la calidad de la mejor música en directo en un entorno íntimo y cercano, Fernando Lobo compartió las mieles de su último trabajo, Versos robados, en el que convierte en canciones poemas de autores como Lorca, Gloria Fuertes, Fernando Quiñones, Juan José Téllez o Tito Muñoz, vistiéndolos de blues, folk, trova, rock y sones latinoamericanos.

Poesía y música; música y poesía, en un viaje compartido en el que todo suena a gloria y donde la personalidad, la naturalidad, el humor y la emoción brotan de la música y la guitarra del gaditano. Un protagonismo poético del que no fue ajeno el algecireño Stewart Mundini, colaborador de Horasur y compañero de Lobo en el grupo de agitación poética Guasa Decimal, que también subió al escenario para compartir algunos de los momentos de la actuación.

El siempre certero objetivo de Tomoyuki Hotta estuvo allí para inmortalizarlo.