Cultura

Solaz, un derroche de arte compartido y marca de la casa

Solaz, un derroche de arte compartido y marca de la casa

Con un brillo y una singularidad arrolladoras, la sala Hidropedal de la calle Violeta, en la barriada de La Granja, se abrió paso este fin de semana en la programación convencional con una propuesta artística sencillamente abrumadora.

Diez artistas de distintas disciplinas, la mayoría del Campo de Gibraltar más alguna incorporación de Estepona y Mijas, se sumaron a un mismo espacio escénico bajo el nombre de Solaz. Una exposición que deja sin palabras por su fuerza expresiva, pero también por la comunión de distintos estilos y disciplinas.

La sala acaricia ya las dos décadas de dedicación al arte, de la mano de sus responsables, Leto y Santi Cervera. Dos viejos rockeros del arte que han decidido dar una apertura a su espacio, generando una actividad colectiva y una vida cultural independiente y abierta. Una experiencia que demostró su reclamo con una apabullante asistencia de público en su inauguración el pasado sábado.

Detrás de esta experiencia se encuentra también Judith Borobio, artista soriana afincada en Algeciras, que lleva años trabajando por generar experiencias de actividad artística colectiva en la ciudad.

Las firmas de las obras de Solaz respondan ellas solas por su peso y categoría artística: Óscar Carrasco, Díaz Pino, Juan Fabre, Yeyo Argüez, Nicolás Vázquez, Yolanda Relinque, Alberto Ceballos, Santos Álvarez, 2Perro, Gladys Farias y Javier Plata.

La inauguración contó además con una sala paralela, en la que la música en directo junto a una proyección audiovisual terminaron de crear una escena inmejorable en torno a la cultura.

La muestra puede ser visitada hasta el 20 de mayo en la sala, situada en el número 2 de la calle Violeta, los jueves y viernes de 12.00 a 14.00 y de 17.30 a 19.30 horas; y los sábados de 11.00 a 14.00 horas.

El objetivo de Leto y Santi Cervera es el de seguir trabajando en dotar de vida cultural a este espacio, con cuatro o cinco muestras anuales. No obstante, el deseo de estos promotores es el de mantener esa identidad propia, al margen de la programación convencional. Una identidad que viene avalada por décadas de dedicación al arte, que el pasado sábado se vieron arropadas por decenas de personas, que compartieron la cultura y la charla alrededor de un espacio sobresaliente.