El Algeciras, escrito está en este medio, es el que sufre la Tercera por miles de historias ya conocidas. Sin embargo, ni en esta categoría debería permitirse jugar  ¿al fútbol? en un campo como el de la Ciudad Deportiva del Decano.

En esos sitios, dicen, es donde se ganas las ligas. Pues ahí, el cuadro de José Antonio Asián Cardo supo jugar el tipo de partido que se requería y aprovechó un balón parado para que Berlanga, como otras veces, anotase tras un perfecto testarazo. Este líder es camaleónico, gana en cualquier escenario y sobre todo sigue sin encajar goles. Eso, quieran o no los poetas modernos del fútbol, es un pasaporte a la gloria. Aunque para eso aún queda un mundo.

Fue el cuadro onubense el primero que avisó, lo hizo en el minuto tres por mediación de Díaz. El juego, marcado por el pésimo terreno de juego, tuvo al Algeciras como el equipo que controló, presionó e incomodó a su rival.

Sin embargo, faltó llegada debido a lo complicado que se hacía dar dos pases seguidos. El equipo de Jesús Vázquez, que intenta salir jugando desde atrás por lo que aún es más inexplicable que comparezca en una superficie como la que debe sufrir cada 15 días, no era capaz de salir de la madeja que trazó Asián, con Josemi y Ernesto permitiendo a Ganet soltarse.

En un duelo así las ocasiones, escasas, son claves. La tuvo el equipo que vistió de negro en un acción de listo de Ayala que puso un buen balón en la zona de peligro pero ni Chico Díaz, ni Alberto, que remató flojo para que desviase Vichi, encontraron la red. Luego la tuvo Dieguito, tras una acción individual, pero Romero en primera instancia y Berlanga, enorme su temporada por el momento, evitaron males mayores antes del refrigerio.

A por la victoria

No varió la tónica en la segunda parte aunque los locales tuvieron más balón en campo rival. En cualquier caso, ambos sabían que el gol, si llegaba, era la vida. El balón era imposible de controlar y los dos equipos evitaban despistes. El cansancio, el calor, el madrugón y lo incómodo de escenario ayudaron a que el fútbol, por llamarlo de alguna manera, no apareciese.

Sin embargo, una gran jugada de individual de Robles terminó con una clara ocasión de Palma, que acaba de entrar en el terreno de juego, que perdonó el primero. Seguidamente, ya con Ito en la banda esperando entrar por Josemi y ubicarse junto a Chico Díaz, fue el coriano el que perdonó el tanto tras un centro de Ayala. Jugadas aisladas que, dadas las circunstancias, se antojaban definitivas.

Se llegó a la recta final con un Algeciras que no cejaba en el empeño pese a todas las dificultades. La pelea y entrega del equipo aseguran que para vencerles hay que hacer mucho esfuerzo. Y tras una ocasión de Ganet, que Vichi mandó a córner, fue Berlanga el que mandó el cabezazo a la red cuando sólo restaban diez minutos. El balón parado es vital en estos escenarios.

Debutó Chapa y los del Mirador tiraron de ese oficio, tantos años reclamado, para aguantar el tramo final sin excesivos problemas.Incluso Ranchero pudo marcar en las posterimerías. Segunda victoria en una semana que acaba, en el santuario, ante el Utrera, sin Ernesto por sanción,  y que consolida a un equipo que vale para cualquier guerra.

Ficha técnica:

Atlético Onubense: Vichi; Soler, Rafa, Gustavo, Robles; Diego (Fran Palma, 65’), Misffut (Miguel, 85’), Iván Martín, Víctor (Cerpa, 65’); Díaz y Dieguito.

Algeciras C.F: Romero; Máiquez, Berlanga, Salas, Pablo de Castro; Ayala (Chapa, 78’), Ganet, Josemi (Ito, 70’), Ernesto, Alberto Gázquez (Ranchero, 65’) y Chico Díaz

Goles: 0-1 Min.80 Berlanga.

Árbitro: Manchón Muñoz (Sevilla). Amonestó  Misffut (21’) Dieguito (30’), Díaz (57’). Por parte visitante Salas (30’), Chapa (82’), Ganet (83’), Ernesto (89’)

Incidencias: Partido correspondiente a la octava jornada de liga en el Grupo X de Tercera División. Ciudad Deportiva del Decano (Huelva). Campo de césped artificial en no muy buenas condiciones. Unos 300 espectadores, algunos de ellos procedentes de Algeciras.