La actual concesionaria, Concepción Contreras, aclara que ella y su marido cogieron la concesión de la barra de la sociedad, ubicada en la avenida Fuerzas Armadas, en julio de 2021, y que cumplieron con el pago de los recibos hasta el mes de septiembre, cuando la situación sanitaria comenzó a complicar la tesorería del local.

Con ello, la empresaria se desvincula de la totalidad de la deuda de quince mensualidades que el presidente de la peña, Rafael González, esgrime como argumento para anunciar el cierre de la histórica sociedad en su actual emplazamiento. Este extremo ha sido también confirmado por el propio González, que especifica que Contreras y su marido adeudan sólo desde septiembre, y que la totalidad de la deuda se corresponde con el cúmulo de facturas impagadas por las anteriores empresas concesionarias.

Además, defiende que "nosotros hemos sido engañados, porque cuando se sentó por primera vez mi marido con el presidente y el administrador para hacer el subarrendamiento de la cafetería, a nosotros en ningún momento nos expusieron la situación económica real de la peña, de los meses que debían ni que la peña estaba económicamente mal".

"Desde la parte de cafetería, hemos hecho muchas propuestas de hacer eventos, coloquios en el salón para levantar la peña y hacer cosas para obtener dinero. A fecha de hoy, todavía no tenemos respuesta. Incluso mi marido se ha comunicado varias veces con el administrador para buscar una solución de pago", asegura.

"El presidente no nos habla desde hace meses. Entra por la peña como si fuera un fantasma. Con el que nos comunicamos es con el administrador para buscar una solución", añade la empresaria.

Concepción Contreras afirma que la cafetería estaba sirviendo entre 30 y 40 desayunos diarios y que la clientela ha ido bajando, debido "a los comentarios que hay en la calle". "Somos dos familias, que nos vemos el día 31 en la calle. Y sin avisarnos. Nos hemos enterado por la prensa".

Sin embargo, pese al anuncio del cierre de la histórica Peña Miguelín, el matrimonio no descarta poder mantener el negocio de la barra: "Nos sentimos que no tenemos más alternativa que intentar localizar al propietario del inmueble para intentar arrendar la cafetería. Estamos eternamente agradecidos a los socios de la peña, a los que le tenemos gran aprecio, con el deseo de que todo esto se resuelva pronto".