La corrupción del PSOE de Algeciras, salpicado por los casos Madeja y Bahía Competitiva, se cuela de lleno en la campaña electoral de la formación con el anuncio de apertura de juicio oral decretado por el juez José de la Mata, titular del Juzgado Central de Instrucción 5 el pasado mes de febrero, en relación al caso Madeja.

El magistrado de la Audiencia Nacional adoptaba esta decisión, la apertura de juicio oral, en siete autos que corresponden a las siete piezas en las que se divide la causa, de la que en su día se inhibió en favor de este tribunal la juez que instruyó el caso de los ERE fraudulentos en Andalucía, Mercedes Alaya.

El juez José de la Mata ha enviado a juicio a 88 personas por el caso Madeja o Fitonovo, sobre la adjudicación irregular de contratos a esta empresa sobornando a funcionarios. También sentará en el banquillo al PSOE e IU por lucrarse de los beneficios de la trama.

En el caso que afecta al PSOE de Algeciras y más concretamente al ex alcalde, Diego Sánchez Rull, el auto dictado correspondiente a la pieza separada “Delegaciones Territoriales y Administraciones Locales II (Ayuntamiento de Algeciras), el magistrado juez dicta la apertura de juicio oral una vez recibido el escrito de acusación por parte del Ministerio Fiscal.

A Sánchez Rull se le imputan delitos de prevaricación y cohecho, por los qe podría cumplir penas de hasta seis años de cárcel.

El otro caso que mira de reojo el candidato a la alcaldía Juan Lozano, es el Bahía Competitiva, en el que la exsecretaria local del PSOE, Angelines Ortiz, se encuentra imputada por su presunta relación con las adjudicaciones de fondos de reindustrialización.

Tanto el ex primer edil, Sánchez Rull, como la exsecretaria local, fueron “premiados” por el propio PSOE. El primero logró acomodo en la estiba algecireña, donde curiosamente los sindicatos han guardado un prudente silencio ante esta actuación. Ortíz por su parte, una vez dimitida como Directora General de Economía Social de la Junta de Andalucía tras su imputación, fue recolocada en la agencia FadaCatec, dependiente precisamente, de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, de la que era alto cargo.