Había indicios claros de que el Gran Hermano Americano nos vigilaba a todos con el escándalo de Wikilieaks. Pero esta pasada semana con las declaraciones del periodista que ha recibido la filtración del mismo Wikilieaks  (que por cierto, significa filtrar), en las que ha afirmado que la propia Merkel, el Presidente francés, el italiano y también Rajoy, el escándalo ya ha alcanzado unas proporciones mundiales después de que ya lo hiciera hace poco con la Presidenta de Brasil. La reacción de Merkel y de Holland ha sido muy dura con Obama exigiendo explicaciones, al igual que desde Italia. Rajoy ha dicho que se va a llamar al Embajador americano para preguntarle. Pero el tema ya se desborda cuando al cabo de unos días de silencio, la portavoz del Gobierno de los Estados Unidos confirma que, efectivamente, nos están vigilando, controlando, intervenidos los teléfonos, incluso los personales de los Presidentes de la mayoría de los países de la Unión Europea. Lo más lamentable es que dicen que lo hacen por la seguridad de Los Estados Unidos, porque necesitan hacerlo y porque pueden hacerlo. Es decir que estamos todos vigilados, controlados e intervenidos por ese Gran Hermano que se arroga el poder del ser el dueño del mundo. No quiero ni pensar que si en vez de ser Obama hubiese sido George Bush, todo hubiese  adquirido unas proporciones todavía mayores, porque era Conservador. Pues fíjense, el demócrata Obama es quien con la más absoluta impunidad entra en las entrañas de los países de la Unión Europea y adquiere toda la información que le da la gana de manera absoluta y vergonzosamente ilegal. Un tema como este debería llevarse a una protesta oficial de todos ante la ONU y por una vez, enseñarle los dientes a estos falsos demócratas que tienen actitudes absolutamente fascistas en su intento de controlarnos a  todos. Lo que más lamento es que la respuesta del Gobierno español a este atropello, ha sido la más endeble de todos los países europeos, no vaya a ser que enfademos el Gran Hermano Americano.