Andalucía tiene una de las tasas más bajas de infectados por coronavirus, y a pesar de las recomendaciones de las autoridades, y de los mensajes de tranquilidad desde diversos sectores, la población ha comenzado a hacer acopio de alimentos ante una posible crisis de desabastecimiento.

La gestión por parte del Gobierno de España de esta pandemia, como ya la ha calificado la OMS, ha sido muy cuestionada por la inacción durante semanas, la ocultación de datos sobre infectados e incluso de la primera muerte, que se ocultó casi un mes, y sobre todo por la evidencia de haber antepuesto criterios ideológicos a los sanitarios en la adopción de medidas.

Con este panorama de descontrol gubernamental, la población ha comenzado a vaciar los supermercados, especialmente dirigiendo sus carros de la compra hacia el papel higiénico, las frutas, carnes, conservas y productos como el arroz o la pasta.

Son las consecuencias de una falta evidente de gestión, que ha sembrado la desconfianza entre los ciudadanos.