ALGECIRAS. - Describir con palabras lo vivido en la tarde, noche y madrugada del Lunes Santo en Algeciras, va a resultar imposible. No existen palabras para plasmar el vendaval de sentimientos y de emociones que se han vivido en las calles de una ciudad, que se ha echado a la calle, valga la redundancia. La ciudad, y la comarca, porque han sido miles las personas llegadas desde diferentes puntos de la comarca. Habrá que rebuscar mucho en los anales de la historia de esta ciudad, hasta hace poco "triste y aburrida", como la describían todos, para encontrar tanta gente en las calles, no había rincón que no estuviera viviendo una ebullición, no había mesa en los bares, y el recorrido estaba repleto desde dos horas antes del paso del Tercio Duque de Alba. Algeciras ha vivido un día para el recuerdo. Se han cumplido las expectativas, La Legión ha demostrado que si es el cuerpo militar más querido de España junto a la Guardia Civil, es por méritos propios. El alcalde, José Ignacio Landaluce pues estar orgulloso de una ciudad que ha respondido con creces y con cariño, pero es que los algecireños pueden estar orgullosos de un alcalde, que con sus luces y sombras como todos, ha hecho posible una ciudad diferente, más alegre y divertida, referente en la comarca, y que este Lunes Santo nos ha regalado algo inolvidable. Tras el desfile previo, la salida de la Cruz de Guía de la Hermandad de la Columna, marcaba el inicio de una procesión que habrían los gastadores, un piquete de legionarios, y la banda de cornetas y tambores, al son del "Novio de la Muerte", entonado en varias fases de un recorrido en el que sin temor a equivocarnos, se han podido superar las cincuenta mil personas en las calles. Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna y María Santísima de las Lágrimas, asistían desde sus tronos a una pasión desbordada en las calles, con un recorrido sobrio y bonito. Al inicio, la no menos imponente banda de música de Bollullos del Condado, interpretaba una marcha compuesta por el algecireño Vicente Soria, y que ha emocionado a los que han tenido la oportunidad de oírla por vez primera. Un lujo para esta Hermandad. La recogida, a la altura de la noche vivida, y como colofón, al filo de la una y media de la madrugada, una despedida de la Legión, de nuevo con miles de personas en las calles, que al paso ligero típico, se ha despedido de una ciudad que esta noche se ha volcado como hacía mucho tiempo que no ocurría. Habrá un antes y un después de esta noche. GALERÍA DE IMÁGENES