Las piruetas de IU
25/01/2014 | 17:07
Desde que Izquierda Unida firmó el pacto de Gobierno con el PSOE para gobernar Andalucía, viene llevando a cabo una complejísima gimnasia con tremendas piruetas. Es lo que se viene en llamar adaptación al medio, contorsionismo ideológico o pura contradicción.
Esos mítines callejeros con banderas republicanas al viento, las promesas de cambiar el sistema social y político de arriba abajo, todo eso desaparece cuando sus diputados, sus consejeros, delegados provinciales, portavoces y demás, cierran las puertas de sus despachos oficiales y se encuentran ante los datos de Andalucía, una cifras tremendas que les cierran todas las posibilidades de movimientos y les quitan todo atisbo de soplo revolucionario.
La realidad se les impone. El Presidente del Banco de Santander, Sr. Botín y su corte han venido hasta Andalucía a hacerse la foto con Susana Díaz y a llevar a cabo un negocio en el que están de acuerdo los dos, Y ahí está Izquierda Unida, con sus diez mandamientos totalmente borrados y su demonización de la banca convertida en papel mojado que deberán tragarse con la ayuda de un poco de agua.
Antonio Maillo, Coordinador Regional y todavía sin cargo constitucional, llama usura a lo mismo que su compañero y portavoz de IU en el Parlamento Andaluz califica como un beneficio que mejorará la vida de los andaluces.
Carrillo y su peluca significaron la aceptación de la realidad. Había que ponerse el peluquín, camuflarse y entrar en el juego social de occidente.
Muchos en las filas de IU todavía no han hecho la digestión de aquel proceso. Algunas veces sacan a las viejas estatuas como Anguita y Gordillo para que levanten voces en este callejón estrecho que les ha dejado la realidad.
Pero la política se hace en espacios estrechos y a los miembros de Izquierda Unida les está tocando, ahora, hacerla en ese espacio estrecho en el que la bandera roja que tienen a su espalda no sabemos si lleva la hoz y el martillo o el emblema del Banco de Santander.