El PSOE lo tiene meridianamente claro, y pagar por usar las autovías y la red de carreteras españolas, es la opción que se contempla para sufragar los cuantiosos gastos de conservación y mantenimiento, que, según el Ministerio de Fomento, acumula un déficit de mas de 2.000 millones desde 2012.

El Ministerio de Fomento plantea que en la próxima Legislatura se abra el debate sobre la definición de un nuevo modelo de financiación de la conservación y el mantenimiento de la red de carreteras y autovías y la eventual posible articulación de un pago o peaje por su uso.

El secretario general de Infraestructuras del Departamento, Julián López Milla, ha asegurado que en la próxima legislatura deberá abrirse este debate con la puesta en marcha de una subcomisión en el Congreso que debata sobre el futuro modelo de financiación y sostenibilidad de la red viaria del país.

López Milla realizaba estas declaraciones durante su intervención esta semana en el Encuentro del Sector de las Infraestructuras organizado por Deloitte y 'ABC'.

Según recordó, en cuanto al mantenimiento de las carreteras "sólo hay dos opciones, o se conservan o mantienen con fondos públicos procedentes de los Presupuestos o con alternativas que supongan el pago por los usuarios".

De la misma idea es el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, quien asegura que, “Lo que no es sostenible es bajar impuestos y aumentar la inversión, o contamos con un modelo alternativo o con los tributos, lo que no se puede es que ni lo uno ni lo otro".

LA A – 7 sería de pago

La A-7, la que comunica Algeciras con Málaga, podría ser de pago si sale adelante la idea que ya se planteó el pasado mes de noviembre por parte del propio ministro de Fomento, que en rueda de prensa planteaba buscar una fórmula, “sea la que sea”, para asegurar el mantenimiento de las autovías, que tiene un coste anual para el Estado de 11.000 millones de euros, y que se hace inviable porque cada vez hay más kilómetros (20.000 actualmente) y menos recursos públicos.

Ábalos llamaba a reflexionar sobre el mantenimiento de la red de carreteras, incluidas autovías y autopistas, “la única infraestructura de transporte que se pretende que sea gratuita”, cuando por el resto, como puertos, aeropuertos y vías ferroviarias se pagan distintas tasas o cánones.