La imaginación del pueblo algecireño se ha caracterizado por el empleo de sobrenombres para muchos de estos lugares singulares de la ciudad, muchos de los cuales han quedado ya impresos en el decir popular.

Entre ellos, cabe citar al Mojón del Mazinger, con el que toda la ciudadanía conoce el Homenaje a Andalucía situado en la plaza de la Constitución; el Paseo del Colesterol, en referencia a los paseantes del Paseo de la Cornisa; el Monte Fung Fu, alusivo al montículo que preside el Llano Amarillo; o el Liang Shang Po, el televisivo nombre con el que los algecireños bautizaron a las primeras viviendas de San Bernabé.

En pocos días, este nuevo inquilino de Algeciras ha comenzado a suscitar comentarios de todo tipo, entre los que ya se atreven a bautizar a la nueva rotonda como del nabo, de la cebolleta o del árbol botella.

En realidad, se trata de una Ceiba speciosa, popularmente llamada palo borracho o árbol del puente, una especie del género Ceiba nativa de las selvas tropical y subtropical de Sudamérica.

El nombre con el que será conocido por los algecireños es cuestión de tiempo.