La soledad de los alcaldes

La soledad de los alcaldes
Los Presidentes de Gobiernos, los Presidentes de Comunidades Autónomas pueden quitar a sus ministros ó consejeros cuando consideran que su gestión no es buena ó simplemente porque han perdido la confianza en cualquiera de ellos. La Ley Electoral dice que el escaño ó la concejalía pertenecen al partido político por el que te presentas, pero, sin embargo, un Presidente de Comunidad ó de Gobierno puede formar su gobierno con miembros del Parlamento ó fuera de él. Y en el momento que quiera puede cambiarlos. Es el caso, ahora, de Susana Díaz que ha nombrado un gobierno diferente al que tenía Griñán en medio de la misma legislatura. Sin embargo, en las elecciones municipales no ocurre eso. Hay un candidato y una lista. Si ganas las elecciones forma tu gobierno municipal con los concejales que han salido dentro de tu grupo. Pero si algún día, un concejal te falla y lo quitas del gobierno, este concejal no solamente no se va sino que, encima, la mayoría de las veces, se beneficia marchándose a la oposición y convirtiéndose casi siempre en árbitro de las decisiones de su ayuntamiento. Esto ocurre en todos los sitios y aquí en nuestra comarca, tenemos dos que resultan premiados al perder la confianza de su Alcalde. En Tarifa, el Alcalde cesa a una concejala por excesivos gastos sin justificar con el teléfono corporativo. Queda cesada pero no se marcha sino que se va a la oposición. A partir de ahí se convierte en el peor enemigo del Alcalde y la oposición la acoge como una víctima cuando, en realidad, ha sido la infractora y cesada por su Alcalde. Pero es que en San Roque ocurre lo mismo. Un concejal díscolo que el Alcalde le quita las delegaciones, se dedica a votar en contra de cualquier cosa y a jugar junto con la oposición a hacer la vida imposible a su Alcalde. En mi última legislatura ocurrió algo parecido pero, incluso, más grave. Una señora presionada por un partido de la oposición se marchó al grupo mixto antes, incluso, de formar gobierno con lo que no se pudo hacer en beneficio de ese partido que la “arropó” usando un término poco duro aunque podría haber usado y usaré un término mucho más despiadado. Esta concejala tuvo su propio despacho y todo tipo de parabienes y….más cosas. E, incluso, apareció como víctima. Y es a lo que voy, el alcalde, cualquiera, se siente impotente en todos estos casos, incluidos los inútiles, teniendo que soportar muchas veces hasta chantajes políticos y deslealtades de esos “compañeros”, sin poder hacer nada. Es necesario cambiar la ley electoral en beneficio de los Alcaldes para que puedan gobernar con la suficiente tranquilidad. Y si un concejal te falla, pues a casa. Y hay que hacerlo así porque si seguimos como hasta ahora, gobernar una ciudad se hace insoportable y estás en mano de cualquier desaprensivo ó desaprensiva que, encima, se hacen los dueños del Ayuntamiento junto con la oposición que siempre, curiosamente, los arropa.

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