El Partido Popular llegaba a la alcaldía a mediados de 2011 y lo hacía heredando una deuda global de mas de 250 millones de euros, tras encadenar varios ejercicios presupuestarios con déficits superiores a los 20 millones de euros anuales. Ese mismo año 2011, el ejercicio se cerraba con 13,6 millones de deuda a sumar.

En 2013 el alcalde, José Ignacio Landaluce anunciaba un “dato histórico”, y es que el presupuesto de 2012 cerraba con un superávit en las cuentas tras años de pérdidas. Desde la llegada del Partido Popular al gobierno local en 2011, las cifras volvieron al verde, dejando superávits en 2011 (+2,6), 2012 (+1,2), 2013 (+10,8), 2014 (+3,3), 2015 (+17,3) y 2016 (+10,0).

Hoy, alcalde y teniente alcalde delegado de Hacienda, han anunciado que el superávit de este pasado año 2017 ha sido de 19.283.761 euros, con 117 millones de ingresos frente a los 96 millones de gastos.

En total, más de 64 millones de euros de superávit desde mayo de 2011. Cifras a tener muy en cuenta, y que han posibilitado que las deudas municipales se hayan visto sensiblemente reducidas.

Este dato supone la consiguiente mejora de la solvencia económica del Ayuntamiento de Algeciras, cumpliéndose, además, tal y como señala el interventor en su informe, todos los parámetros exigidos por la ley: Plan de Ajuste, Ley de Estabilidad Presupuestaria y Regla del Gasto.

Asimismo, el alcalde ha destacado otros datos como la reducción de la deuda municipal en más de 13 millones de euros durante el año 2017: 6 millones de euros menos de deuda comercial (que pasa de 42 a 36 millones) y 7 millones de euros menos de deuda financiera (que baja de los 181 a los 174 millones de euros).

Por último, ha destacado que el remanente de Tesorería ha reducido su negativo de los 105 millones del 2011 a los 14 millones de euros con que se ha cerrado el 2017.

Landaluce ha explicado que estos datos se han logrado con austeridad, sin subir los impuestos y bajando los valores catastrales, mejorando los servicios públicos pero con menos gasto, reduciendo la plantilla y reduciendo el gasto corriente, reduciendo en todas las partidas menos en la políticas sociales e impulsando la inversión pública en obras y creando eventos de prestigio.