-Le hemos escuchado mucho hablar sobre los problemas económicos de Mancomunidad. ¿Cómo estaba la institución cuando usted llegó? ¿Cuál es actualmente la situación económica del ente?

-Cuando llego a la Presidencia, me encuentro una Mancomunidad con un gran problema económico. Tenemos deudas que suponen más de 23 millones de euros para una Mancomunidad que tiene un presupuesto de 4,9. Y si no se paga, Hacienda te lo va a quitar de la PIE de los ayuntamientos. Había deudas reconocidas y no reconocidas en un plan de ajuste: con la Seguridad Social, con el Fondo de Reindustrialización, con la Agencia Tributaria española y con la andaluza. Te encuentras con una Mancomunidad económicamente mal. Deudas como la de la Universidad de Cádiz, de medio millón de euros, que no estaba reconocida y que tenía un procedimiento judicial, porque se comprometieron a pagarla, pero pagaron sólo el primer plazo del acuerdo, y la UCA inició un proceso judicial. Al final, llegamos a un acuerdo para pagar esa deuda en cuatro años, y es lo que estamos haciendo, con un reconocimiento de deuda. También se había dejado de pagar un préstamo del ICO de 21 millones de euros. Hemos conseguido llegar a un acuerdo con el ICO, con el Gobierno, a través de los Fondos de Reordenación, y esa deuda lo vamos a pagar a diez años a interés cero. Por lo tanto, hemos solucionado ese problema, lo cual es una noticia estupenda y nos va a dar un colchón para reorientar la Mancomunidad. Hemos llegado también a un acuerdo con la Seguridad Social. Y nos queda la Agencia Tributaria andaluza. Tuve una entrevista con el consejero de Economía, para que nos buscase la fórmula de poder pagar la deuda de 1,5 millones en un plazo. Nos lo han rechazado. Le he vuelto a pedir en una carta una reunión para poder tratarlo y solucionar este tema, porque si no, nos va a asfixiar, no tenemos tesorería para hacer frente a esos 1,5 millones. Lo que queremos es lo mismo que hemos hecho con el resto de instituciones, porque si no, nos podemos encontrar con problemas añadidos. Vamos a confiar en que nos reciba y que lo solucione. Hemos tenido que tomar la decisión de amortizar puestos de trabajo, porque no tenemos ingresos, porque las transferencias económicas que nos hacía Arcgisa nos dijo la Cámara de Cuentas que no se podía mantener esa fórmula. Lo que hemos tenido que hacer es aumentar las cuotas estatutarias que pagan los ayuntamientos, haciendo un presupuesto s la baja, recortando gastos, y eso nos va a suponer unas cuentas ajustadas. Hemos llegado también a un acuerdo con Diputación, que nos ha permitido llegar a convenios que nos sirven para poder ofrecer a los ciudadanos del Campo de Gibraltar colaboración económica en una serie de aspectos culturales, sociales, tener abierto el centro de información a la mujer, el IECG, Europa Direct… Todos esos servicios que prestamos desde Mancomunidad, que podamos dar a los ciudadanos del Campo de Gibraltar y por lo que estamos muy agradecidos a Irene García.

-A ello hay que sumarle la situación económica de Arcgisa...

-Ha habido que hacer grandes esfuerzos y tomar decisiones impopulares. Tenemos una empresa que presta servicio de agua y residuos en una comarca de 270.000 habitantes. Tenemos el complejo medioambiental Puerta Europa, donde vienen los residuos de Gibraltar y Ceuta. Tenemos el agua en alta y en baja en todos los ayuntamientos, excepto Algeciras y Tarifa. Es decir, que prestamos un servicio a toda la población. Arcgisa estaba en una situación económica muy mala. No se han tomado estas decisiones durante 8 años del PP y si se hubieran tomado, no se habría llegado a esta situación actual. La Junta de Comarca ha tenido que tomar decisiones impopulares, pero no había otra forma de solucionarlo. Prestamos un servicio esencial y así se demostró en la pandemia, cuando se hizo una labor magnífica por parte de todo el personal. La situación de Arcgisa se está enderezando, revisando los precios de los servicios públicos que prestamos. En 2019, en la última Junta de Comarca dejaron un plan que lo que te decía es lo que tenías que hacer, y era ni más ni menos que lo que no habían hecho, es decir, esas medidas impopulares. Y nosotros, los nuevos responsables de Mancomunidad, donde están los ocho ayuntamientos, con siete alcaldes, teníamos que tomar estas medidas porque las cuentas no daban. Antes se daban duros a pesetas. Y, al final, el que viene detrás se come estos problemas. Pero hemos llegado a acuerdos con los ayuntamientos para que la mayoría de ellos estén pagando las deudas históricas con Arcgisa. Son deudas que han generado por el servicio que se les ha prestado, y eso ha generado también la situación complicada en que está la empresa. Por eso, en 2022 no se puede seguir engordando la deuda.

-En este contexto de dificultad económica, ¿es posible prestar servicio?

-Hemos hecho un plan. Los gastos se han reducido al mínimo. Al gastar menos, necesitas menos y te permite hacer más cosas. Hemos recibido una ayuda de Diputación que nos permite hacer cosas. La finalidad de estos convenios es que no los puedes derivar a otras cuestiones. Es dinero con fin final, en los servicios. Y además hemos tomado medidas tan impopulares como subir las cuotas de los ayuntamientos. Socialmente, la Mancomunidad también estaba mal, porque no existía como tal. Este equipo de Gobierno cree en la comarca. Sabemos que la Mancomunidad tiene un papel que no suplanta ningún ayuntamiento, pero que tienen un papel en la vida del Campo de Gibraltar. Y ese espacio lo hemos vuelto a llenar.

"Mancomunidad tiene que jugar un papel en la vida del Campo de Gibraltar. Y ese espacio lo hemos vuelto a llenar"

-¿De qué manera?

-Estando presente en la actividad social, económica e institucional de la comarca. La Mancomunidad tiene también esta visión, aparte de prestar los servicios, también tiene la importancia de ser un órgano donde están representados los ocho ayuntamientos, y sin hacerle sombra a ninguno ni meternos en ningún terreno, ocupar ese papel que los ciudadanos demandan. Nos representa a todos los campogibraltareños. Dependiendo de las épocas políticas en que hemos vividos, la Mancomunidad ha tenido un bajón en cuanto a su presencia. Y eso, a base de mucho esfuerzo, lo estamos consiguiendo. Es importante que te conozcan en todos los rincones de la comarca. Y que sientan que hay un ente que les representa. También de cara a las relaciones con otras instituciones. Porque durante los últimos años ha habido un montón de reuniones de los alcaldes para tratar temas que nos afectaban a todos. Y no se ha hecho otra cosa que canalizar a través de Mancomunidad lo que piensan los ocho ayuntamientos. Y eso es importante para relacionarte con otras instituciones, como Diputación, la Junta y sobre todo el Gobierno. Son muchos los cargos institucionales que han venido en este último periodo, y vienen a la casa de todos los campogibraltareños. Y todos los alcaldes están juntos, a la misma altura.

-¿Tienen los alcaldes de la altura de miras suficiente como para trabajar de forma conjunta por los intereses del Campo de Gibraltar?

-Hasta ahora, en estos dos años y medio de mandato, he visto que sí. Lo veo en las juntas de comarca, en los consejos de alcalde, en los consejos de administración. Con las diferencias de cada uno. Pero tenemos que buscar los puntos en común que nos unen a todos: la Algeciras-Bobadilla nos afecta a todos; el puerto de Algeciras influye en toda la comarca; la N-340 nos afecta a todos; o las comunicaciones internas en la bahía; o poner en valor los parques naturales; ahora el problema con la sequía… Hemos recibido una subvención de 7,3 millones del Gobierno, Hemos conseguido llegar a un acuerdo en abril todos para poder acordar en qué destinábamos ese dinero; acordar la parte que correspondía a cada ayuntamiento; acordar con el Gobierno cómo lo íbamos a tramitar, hemos firmado ocho convenios y se está licitando la compra de vehículos pesados y contenedores que hacen falta en toda la comarca, porque no se renovaron en los últimos años. Y todos los alcaldes han estado cada vez que ha venido un ministro, sobre todo con Exteriores, porque este mandato ha sido el del Brexit.

-En este contexto de unificar la voz de la comarca, ¿cómo valora el presidente de Mancomunidad la iniciativa del alcalde de La Línea de optar a ser ciudad autónoma?

-Tengo una relación magnífica con Juan Franco. Es socio en la Mancomunidad y yo respeto a los ayuntamientos. Hasta ahora, esas manifestaciones no han mermado las relaciones entre Mancomunidad y el Ayuntamiento de La Línea. Incluso ahora están más fortalecidas, porque van pasando los meses y las relaciones políticas se convierten en relaciones personales, con una unión mayor. No me voy a meter en eso. Lo que busca es lo mejor para su pueblo. Y ha buscado una fórmula para hacerse notar. Lo que digan los alcaldes que sea mejor para su pueblo no me meto ni me he metido nunca. Cada uno tiene su público y hace sus promesas. Trabajamos con total lealtad institucional. Con todos, y con Juan también.

"La Línea va a seguir estando dentro de la comarca"

-Porque usted quiere a La Línea dentro de la comarca, ¿no?

-Yo creo que va a seguir estando dentro de la comarca. Y las decisiones que vengan pronto que sean para que ayuden a esta zona, que todos prosperemos. Pero todos a una. Lo hemos visto con el separatismo catalán, y cuanto más nos separemos, menos fuerza tenemos. Pero esos mensajes pueden servir también para poner a La Línea como foco de atención.

-Vemos ahora como Mancomunidad tiene un frente abierto importante en el área del saneamiento y la depuración de aguas...

-Gestionamos todas las depuradoras: La Línea, Los Barrios, Algeciras, y ahora el Gobierno ha sacado a licitación un proyecto con más de 52 millones de euros para la depuradora Los Barrios-San Roque, porque se ha quedado pequeña para la población a la que presta servicio. Y estamos a la espera de firma el convenio entre las tres administraciones, que va a suponer un salto en un servicio de depuración. La de Algeciras es una depuradora moderna, que era del Ayuntamiento y se la transfirió a Arcgisa para que la gestionara. Tenemos también el proyecto de que hagan el tercer ciclo, importantísimo sobre todo con la sequía que tenemos. Cuando llegué no había nada de eso, y una de las primeras cuestiones que planteé es cómo podíamos crecer en ese tema. Y poniendo ladrillo a ladrillo hay que acometer la regeneración del agua. Estamos tirando el agua al mar. Por eso, hemos creado el servicio del agua regenerada, aprobado en la Junta de Comarca. La nueva depuradora que se va a hacer ya vendrá con el tercer ciclo ya instalado, pero en La Línea y Algeciras hay que hacer inversiones. Hoy hemos tenido una reunión con las grandes industrias para recortar el consumo, y también para decirles que estamos en el proyecto de las aguas regeneradas, que queremos que ellos sean los usuarios. La de Algeciras, que le dé al puerto y Palmones; y la nueva de San Roque, a la petroquímica; y la de La Línea a los campos de golf y las zonas ajardinadas de Alcaidesa y Sotogrande. Y podríamos aprovechar miles y miles de litros que se están tirando. También hay un proyecto de hacer una presa en Gibralmedina, que está ya en licitación. Nos garantizaría agua para las industrias y para los ciudadanos, pero también podríamos prestar un servicio de regadío a toda la zona del valle del Guadiaro, Jimena, Castellar y Tesorillo, dándole salida al cultivo del aguacate, que da una gran rentabilidad económica y que necesita más terrenos de regadío. Y ese cultivo es futuro también para los pueblos de interior.

-Al hablar de agua, es inevitable hablar del grave problema de sequía que tiene el Campo de Gibraltar...

-El año pasado, Filomena nos engañó, porque nos llenó los embalses, pero no ha llovido más. Ese decreto de sequía, que se ha hecho de rogar, es un paso importante. Las competencias las tiene la Junta, que es la que tiene que intervenir. Nosotros hemos creado un consejo que se reunió ayer con los ayuntamientos y con representantes de las empresas públicas de la zona. Pero nosotros no tenemos potestad, excepto para trasladar a los ayuntamientos que tienen que tomar medidas. Aqualia está haciendo una campaña en redes sociales de que el agua hay que mirar por ella. Es un bien escaso y hay que cuidarlo mucho. Pero se van a tener que tomar medidas drásticas. Quién puede no pensar que mañana pueda haber cortes de agua.

"Se te caen dos lágrimas cuando pasas por Charco Redondo"

-Usted dice que las competencias son de la Junta. Sin embargo, escuchábamos el otro día a Elías Bendodo pedir al Gobierno que intervenga...

-Los pozos los está poniendo en funcionamiento la Junta. Quien nos va a permitir coger agua de la lámina superior del río Guadiaro es la Junta. Y también es la Junta quien nos ha prohibido que le demos agua a la Costa del Sol, aunque ese convenio no está funcionando desde que estoy yo aquí, porque el agua es escasa y no podemos vender el agua hasta que no tengamos garantizada una parte de agua embalsada. Nuestro comité de sequía tuvo ayer la primera reunión y vamos a seguir viéndolo todos los meses. Nosotros deprendemos mucho de lo que decrete la Junta. Trasladarle a los usuarios, ciudadanos, empresas y ayuntamientos, que hay que recortar el gasto de agua. Y no podemos estar este año a la espera de que llegue otra Filomena. La verdad es que se te caen dos lágrimas cuando pasas por Charco Redondo.

-En la Nochevieja del año pasado le escuchábamos hablar con euforia del acuerdo alcanzado para definir la relación con Gibraltar ante el Brexit. Sin embargo, la pandemia ha paralizado también ese proceso, y ahora estamos viendo cómo no está siendo todo tan fácil...

-Todo el que haya sido negociador, sabe que no siempre se puede trasladar el cien por cien de lo que se habla. Hay que tener cierto respeto por la otra parte de la mesa. Yo con lo que me quedo es con el esfuerzo que hizo el Gobierno de España con González Laya. Fuimos a verla  Madrid, vino al Campo de Gibraltar, se hizo una foto con Picardo para darle naturalidad a las relaciones. Ella se involucró con el Ministerio para que el 31 de diciembre llegase ese acuerdo. Primero fue el acuerdo de Nochebuena entre Unión Europea y Reino Unido, que también fue muy difícil. Y en el último minuto, como suele ocurrir, se alcanzó un acuerdo, cuando creíamos que ya no iba a haber acuerdo. Y lo más importante, que se iba a abrir la verja. Y eso es lo que demandaban los ciudadanos y los empresarios de la comarca. Y todo el acuerdo versa en torno a la fluidez entre los pueblos y las mercancías. Sin fluidez, se produce tensión. Seis horas en una cola es algo inhumano y utilizar a los ciudadanos como rehenes, me parece muy fuerte. Y en este periodo, se está dando todo lo contrario, la prioridad son los ciudadanos. Las banderas son importantes, pero estamos poniendo a los ciudadanos por delante.

-Sin embargo, la incertidumbre está creciendo porque hay poca información sobre el contenido de las negociaciones...

-Porque lo que hay es un acuerdo bilateral para mantener un estatus quo, rayando la norma europea. También la UE lo está permitiendo. La incertidumbre no se quita, hasta que no se firme ese tratado, que va a versar sobre dónde va a estar la frontera. Y eso habrá luego que llevarlo a un tratado, sin perder capacidad de ninguna de las partes, para encontrar el equilibrio. Eso es difícil trasladarlo. El ministro Albares apuesta porque haya una solución.

-Pero la negociación es entre Bruselas y Londres. España ni siquiera está en la mesa...

-Pero España no deja de estar ahí. No está en la mesa de negociación, pero está en el cuarto de al lado. Hay una permanente comunicación entre España y la UE. Y además España tiene el derecho a veto. Y lo importante es que el acuerdo sea el que tiene que ser. Y al final el acuerdo se tiene que basar entre lo que negoció España y Reino Unido. Se ha hecho más largo porque también la UE es una gran administración, que funciona más lento de lo que queremos, con muchos países implicados y muchos intereses. Y con el Brexit hay muchos intereses. Se está trabajando bien. Y en el momento en el que el acuerdo se convierta en tratado lo van a firmar todos los gobiernos. Hay que recordar que el último se firmó hace más de 300 años.

"España no está en la mesa de negociación del Brexit, pero está en el cuarto de al lado"

-¿Confía usted en que el acuerdo va a ser beneficioso para el Campo de Gibraltar?

-Yo sí. Estoy convencido y así me lo traslada el Gobierno de España. Quiero ser optimista, porque es el por bien de todos. Lo dicen los dos gobiernos, que el Campo de Gibraltar tiene que aprovechar el Brexit para que sea una zona de prosperidad común. Y mira que Reino Unido está pasando por una época difícil, que también afecta a las negociaciones. Y eso hace que se alargue y que las tensiones crezcan.

-¿Qué propuesta va a llevar este año Mancomunidad a Fitur?

-Ya se decidió en el consejo de turismo, con todos los ayuntamientos representados, que este año se iba a ir a Fitur. Yo planteé que teníamos que poner todos de nuestra parte, porque Mancomunidad no lo podía asumir Se llegó a un acuerdo de que los ayuntamientos iban a poner una cantidad y el resto Mancomunidad. Eso se ha hecho y vamos a Fitur con un proyecto de stand. Cuando lo acordamos no pensábamos que la pandemia iba a pegar este salto. Pero seguimos trabajando en ese escaparate para la comarca en cuanto a turismo. Tenemos mucho que vender. Vivimos en una zona privilegiada. Aparte de que tenemos muy cerca a África, tenemos también a Gibraltar, a quien le he ofrecido incluso participar de forma conjunta con nosotros, pero todavía no está la cosa tan madura. En el futuro, espero que funcionemos como vasos comunicantes. Poder ir a Gibraltar y luego ir a comerse una carne de venado en una venta de Jimena… La oferta debe ser global. Nosotros vamos con una oferta global de los ocho municipios. Buscamos las cosas que nos son comunes, y cada uno con su particularidad, somos capaces de llegar a un acuerdo. No hay fisuras y todos los pueblos de la comarca son complementarios entre sí.

-¿Y Ceuta? ¿Cree que también podría entrar en esa oferta global?

-Sí, también puede ser. Pero la pandemia nos está poniendo muchas dificultades en avanzar en proyectos. Podemos complementarnos y turísticamente también. No sé si yo lo podré ver, pero estoy convencido de que los pueblos de Ceuta y el Campo de Gibraltar son destinos que deben ser complementarios económicamente y también con el turismo. Incluso con Marruecos. Hay que seguir avanzando, pero el Covid nos está dando un año y medio que no nos da respiro.

"Estoy convencido de que los pueblos de Ceuta y el Campo de Gibraltar son complementarios"

-Usted también es el portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Algeciras. ¿Cómo valora estos años de Gobierno municipal?

-José Ignacio Landaluce nada más que vende humo. No ha mejorado Algeciras en nada. Los ciudadanos no han notado nada. Que me diga alguien cuál va a ser la impronta que va a dejar Landaluce en la ciudad de Algeciras. Y que no me diga los proyectos que quiere hacer. ¿Qué ha dejado?. ¿Cuál va a ser su legado?. Lo que nos deja son unas barriadas más abandonadas, las aceras rotas, los parques infantiles en mal estado, baches en toda la ciudad… Lo que está dejando es un Ayuntamiento cada vez con más deuda. Los presupuestos vuelven a dejar deuda, desde que llegó. Sube los impuestos y hace el juego del trilero, porque no los sube todos de golpe, pero los va subiendo. Las prestaciones patrimoniales las ha subido. ¿Usted ha mejorado la vida de los ciudadanos? No. Y hay que mejorar la vida de todos, desde la plaza Alta a cualquier barriada. Yo le pongo un suspenso enorme, porque lo que nos vende es humo. Ahora la Junta es muy buena y va a hacer muchas cosas, pero no vemos ningún ladrillo. Los proyectos que se están haciendo son proyectos que se iniciaron en la etapa socialista. No va a poder invertir nada nuevo que no esté presupuestado. Y, por lo tanto, no vamos a ver nada. Vemos un abandono de su responsabilidad como político en cuanto a lo que tiene que hacer, que es patearse sus calles literalmente, no cuando llegue la campaña haciendo propaganda. Hablar con los vecinos, patearse la ciudad, que se asome a las barriadas y que vea los problemas que tienen. Ahora por mucho que quiera decir que va a invertir, luego no se invierte. Está viviendo de la renta de lo que pone el Gobierno, la Junta y Diputación de Cádiz. Nos viene vendiendo proyectos desde que es alcalde. Humo. Hace dos días los vecinos se quejaban de la situación de la residencia de San José Artesano, y a los dos días sale diciendo que la Junta pone 7,8 millones de los Next Generation. Pero ¿tienen dinero? ¿Hay proyecto? No engañen más a la ciudadanía. Es la misma política que nos hemos encontrado en Mancomunidad. Y el que venga detrás, que se coma el mochuelo. Los funcionarios nos dicen que hay que tener ganas de meterse en el Ayuntamiento de Algeciras como está. Pero hay que gestionar y coger el toro por los cuernos. Y tendremos que hacerlo. Lo que no se puede es tapar y tapar. Y el boquete que está dejando en el Ayuntamiento es tremendo.

-¿Volverá a presentarse Juan Lozano como candidato a la Alcaldía de Algeciras?

-Si el PSOE de Algeciras y los militantes de Algeciras quieren, sí. Primero tenemos que pasar por un proceso interno, que será en enero y febrero, que me tendré que presentar a secretario general de nuevo, y después se abre el proceso de elegir a los candidatos a la Alcaldía. Ahora mismo soy secretario general, y quiero seguir siéndolo; soy el portavoz y quiero ser el alcalde de Algeciras. Si mi partido me respalda, voy a intentarlo.

-¿Qué deseo le pide Juan Lozano al 2022?

-Que se acabe esta maldita pandemia, porque va a terminar con nosotros de los nervios. Todos nos imaginábamos unas navidades distintas, creíamos que habíamos salido de la pesadilla y nos estamos llevando un shock. Que podamos vivir una vida normal, y que aprendamos de una situación de crisis como la que hemos vivido y como la que estamos pasando otra vez. Si las vacunas son importantes para frenar el avance del virus, también ha que pensar en África y Sudamérica y los países pobres, donde hay que hacer mucho, porque nos estamos dando cuenta de que todo son vasos comunicantes, y las cepas del virus entran por una puerta. Espero también que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado, porque el Gobierno de España nos tiene también una partida de 7,3 millones de euros. La partida está, ya nos lo ha dicho la ministra, y eso significa que podremos mejorar algo de los ocho ayuntamientos y hacer cosas para los ciudadanos. Y que se cierre por fin el Brexit. Que esos tres meses que nos hemos dado de plazo hasta marzo de 2022 sean los últimos plazos y pueda haber un tratado y que lo que nos prometen de una zona de prosperidad común sea una realidad y se pueda generar más empleo y más riqueza. Nos lo merecemos después de más de 300 años.