ALGECIRAS. - Manuel Carrasco ha sabido entender como pocos que es el público, el que compra su música, el que paga sus entradas, el que le hacer ser el artistazo que a día de hoy llena allá por donde va, y anoche le toco disfrutarlo al Campo de Gibraltar, que se desplazo a La Línea, a un Palacio de Congresos repleto que disfrutó de más de dos horas del mejor Carrasco de los que hemos visto por la zona. Con una banda a la altura de las circunstancias y en un escenario de atrezzo sencillo pero aderezado con una impactante iluminación, Manuel Carrasco apareció con la única compañía de su guitarra haciendo sonar los acordes de su primer tema, para dar paso al resto de músicos, e ir desgranando su repertorio del último disco, aunque dicho sea de paso, fueron sus temas de siempre “Que nadie”, “Y ahora”, “Ante de ti”, “Otoño, octubre”, los que más conectaron con un patio de butacas y anfiteatro poblado en un 70% por mujeres, que por cierto no cesaron de mostrarle su cariño y de invitarle a quitarse su chaqueta, cosa que hizo al final de la noche para deleite de su publico. En mitad de la noche, con el palacio rendido a sus pies, “Mujer de Mil Batallas”, una canción dedicada al cáncer, acabo por poner boca abajo a un respetable que hasta ese momento se había mantenido en sus asientos disfrutando de la escenografía y la acústica que brinda el recinto linense. Hasta dos veces se vio obligado Carrasco a salir a escena, la primera con una sucesión de temas en las que ya el público no se sentó mas, y en una segunda, de nuevo como comenzó, guitarra en mano, el gran Carrasco regalo a sus incondicionales unos fandangos de Huelva, su tierra, y como no podía ser menos, un pasodoble de carnaval…, ¿Qué más se puede pedir?

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