No digas que fue un sueño

No digas que fue un sueño

A Terenci Moix
 
Cuando el amargo don de la belleza
te vino a visitar dijiste: "pasa";
el tiempo era una esfinge que bosteza,
el Nilo faraónico, tu casa.

Las garras de astracán de la tristeza
quemaban, sin querer, como una brasa
y hervía, mundo macho, en tu cabeza,
un peplum de hedonismo envuelto en gasa;

El cielo fue un cartón de cigarrillos,
un cine de extrarradio y un cortejo
de efebos despojados de sus clámides.

Naciste con arena en los bolsillos.
Partiste sin querer llegar a viejo.
Te lloran desde siempre las pirámides.

No digas que fue un sueño