La situación del Algeciras es caótica. Se podrá decir que en Lebrija el campo es infame, que el partido pudo acabar, cierto es, en empate sin goles, pero el problema parece mayor. Hay jugadores ya muy señalados y obviamente el técnico, al que muchos de esos aseguran defender aunque con su actos no lo demuestran, está ya al límite. Ni con sistemas más ofensivos ni con más defensivos, como el expuesto en tierras sevillanas, parece salir nada.

El cuadro rojiblanco sigue en cuarta posición pero su margen de error ya no existe. Más allá de los marcadores de la tarde, la realidad es que las sensaciones son muy pero que muy malas. Ante la Balompédica Lebrijana se disputó el partido que se esperaba y tampoco los del Mirador, que es cierto se entregaron, supieron imponer su teórica mayor calidad. Para colmo, en una jugada absurda en la recta final del partido, un gol de penalti de Juanlu provocó una nueva derrota que veremos las consecuencias que puede tener en el futuro inmediato.

El domingo llega nada menos que un Ceuta lanzado y la semana se antoja muy pero que muy larga. La promoción de ascenso, ahora mismo, parece más un calvario que una oportunidad, aunque el fútbol, ya se sabe, es muy cambiante. Sin embargo, los que visten la casaca Centenaria, no transmiten, ahora mismo, ninguna confianza. Está en ellos, cambiar la mala sensación de la segunda vuelta, con mínimas excepciones.

Comenzó el Algeciras intentando mandar y mostrando que se jugaba mucho más que el rival. Habida cuenta de lo complejo del terreno de juego no era poco. Sin embargo, esa sensación duró apenas diez minutos. Luego llegó lo esperado, balón largo, pelotazos, juego aéreo, dividido y ninguno de los dos equipos que era capaz de trenzar una jugada con tres pases consecutivos.

Los de casa, con Stalin y Braganza por la derecha iban, poco a poco, ganando terreno y merodeando el área de Romero. El cuadro vestido de naranja no se achicaba pero jugar era imposible. El último cuarto de hora dejó algunas aproximaciones más peligrosas. La tuvo Juanca, tras una buena arrancada de Ganet, pero el remate del canterano no fue bueno y el balón llegó, muy blando, a las manos del meta Gómez.

La respuesta del rival fue más contundente. De nuevo la banda izquierda permitió un dos contra uno de Stalin y Braganza que acabó con remate de este último y Romero sacando una buena mano. Apenas sin respiro el jugador de color, casi sin querer, envió un centro chut a la parte exterior del travesaño. Fue casi el epílogo al primer acto.

Pena máxima

La segunda parte fue mejor, es un decir, de los de naranja. Al meno acosaron el marco de Gómez, aunque sin tirar a puerta más allá de un córner directo de Iván que pegó en el palo, y algún escarceo.

El Algeciras, más por obligación que otra cosa, intentaba atacar pero no había manera. Ni la entrada de Tano, ni la de Pato ni los intentos desesperado de Iván por poner orden servían de mucho. Y al final, en un córner, el trencilla, en un lío entre jugadores de ambos equipos, decretó penalti que Juanlu mandó dentro para condenar al equipo y veremos si a alguien más. La situación ya es alarmante.

       La junta directiva ha anunciado para mañana una reunión con el cuerpo técnico y el propio Guti, tras el partido, ha dejado claro que no pondrá ningún impedimento al posible cese que, salvo sorpresa, parece evidente. El entrenador, algecirista confeso, llegó desde San Roque y todo apunta, aunque habrá que esperar, a que no podrá cumplir su sueño de devolver a su equipo a la categoría de bronce.

Ficha técnica

UB Lebrijana: Javi Gómez; Juanlu (´Paco, 92, Stalin (Cristori, 75'), Javi Forján, Gabri; Selu Romero, Selu Infante, Braganza, Jhony; Tenorio y Juande.

Algeciras C.F: Romero; Josemi, Berlanga, José Mari, Gallardo; Maíquez (Tano, 66), Hedrera, Ganet, Mauri; Iván y Juanca (Pato, 75').

Goles: 1-0 Min.78. Juanlu.

Árbitro: José María Aranda Delgado. (Málaga). Amonestó a Javi Forján (42'), Tenorio (63'), Juanlu (74'). Por los visitantes Juanca (27')