(3-0) El UCAM machaca a un Algeciras que nunca tuvo opciones
25/10/2015 | 21:01
MURCIA. - La lógica, como muchas otras veces, se cumplió en La Condomina y el favorito se impuso, como ya hizo en la Copa del Rey, ante el aspirante. Nada que objetar a la derrota de un Algeciras que nunca tuvo opción ante un rival de enorme potencial. Los que quieran críticas las pueden ofrecer, aunque lo más evidente es que el UCAM, en estos momentos, es un equipo que se encuentra dos o tres peldaños por encima de los del Mirador, algo que ya se pudo apreciar en el torneo del KO.
El mazazo, que no debería afectar al ánimo, llegó ante el nuevo líder del Grupo IV. Y es que a priori la tarea se antojaba muy complicada para los hombres de Mere, pese a lo acontecido en Mérida y a la buena imagen de las últimas semanas. Pero todo se hizo más cuesta arriba en el inicio del partido.
Si un conjunto del potencial del de Salmerón puede pasar apuros ante un rival como el que tuvo enfrente, con menos poderío económico que él y por ende menos recursos, es clave que no llegue un gol tempranero cuando juega en casa. En esta ocasión, por desgracia, no sólo fue uno sino que en uno minuto, entre el nueve y el diez, marcaron dos. La historia, con algunas variaciones y sobre todo con un equipo algecirista que no es el mismo pese al varapalo, se pareció bastante a la de Carranza.
El UCAM, como hacen los equipos grandes, salió fuerte y además estaba alertado por la machada del rival en el Romano. En el cuatro un cabezado de Fran Pérez acabó en el brazo de Álvaro Benítez, pareció que involuntariamente, pero fue un aviso. En el siete Pallarés, que luego no perdonería, pudo marcar tras un buen centro de Rubio. Y en el nueve, en un nuevo saque de esquina, el ex balono Fall remató con la testa y Mario repelió con la mano. Góngora, desde los once metros, no perdonó aunque Josemi tocó el balón. Sin tiempo para reaccionar una dejada de Nono la aprovechó, en boca de gol, Pallarés. Aquello pintaba muy mal, pero los rojiblancos, con Mario y Alvar como novedades, no perdieron los papeles.
El líder, con mucha calma ya, se parapetó atrás, cedió el dominio y se limitó a esperar alguna subida de Góngora, enorme el lateral, para acabar con el trámite. Javi Medina casi marca en el 17 pero no llegó a un toque de cabeza de Mario. Parecía que el ciclón había pasado y los de Mere tocaban aunque no creaban peligro. Y en el 35 una espectacular triangulación entre Fall, Góngora y Rubio permitió a este último marcar el tercero. Ahí acabó todo.