(3-1) Agónica victoria para seguir en la pugna con el Gerena
28/12/2014 | 20:46
ALGECIRAS. - El año 2014 se marchó para el Algeciras con una victoria, una más, en el más puro estilo de la centenaria historia rojiblanca. Agónica, con sufrimiento, sin buen fútbol, con un Mirador protestando al árbitro, a Mariano Suárez, pero feliz por mantener el pulso con el Gerena. Ambos están al frente de la tabla y se citan para las 21 jornadas que restan. Dicho esto, y más allá de la relevancia de los tres puntos, el equipo no jugó bien pese a hacerlo en superioridad durante más de 70 minutos. El 3-1 es engañoso aunque al final es lo más relevante. Comienza 2015, el sábado ante el Cabecense, el año que debe ser el del retorno. Claro que habrá que mejorar y posiblemente con alguna cara nueva.
El Algeciras salió frío al campo. Y es que la navidad, al menos en España, no parece la fecha idónea para jugar en estas categorías. El Coria, bien plantado y con su técnico Mariano Suárez en la grada por sanción, intentaba llegar con toque hasta el marco de Josemi. El control del juego era de los sevillanos aunque la pegada local y los nervios del meta Juan, que debutó la pasada semana y mostró su inexperiencia, hacían dudar a los amarillos. No había ocasiones, ni fútbol, ni dominio del conjunto, a priori, superior. Sin embargo, como tantas otras veces, un detalle cambió todo. Corría el minuto 20 cuando Máiquez, el mejor de los de casa, arrancó en acción individual y fue derribado por Luis en la frontal del área. Roja directa y Gabri marcó ante un meta que pudo hacer algo más.
Ya nada fue igual. El rival notó el doble golpe y aunque no permitía el control del duelo por los rojiblancos pasó más apuros. En el 35, en una mala salida de Juan, el barreño Mario remató de cabeza pero Joselu, en fuera de juego, tocó el balón antes de entrar. Melchor también lo tuvo en el 36. Sin continuidad pero con pegada el cuadro de Mere mandaba si bien se llevó un susto en el 42. Una falta botada por Abraham fue rematada, ante la pasividad de la zaga, por Juan Antonio pero Josemi, como siempre, evitó males mayores.