(4-1) Rosano casi se llevó los cinco que pidió en la previa
25/01/2015 | 20:14
ALGECIRAS. - El Algeciras sigue su particular carrera de fondo, maratón como denomina Mere por aquello de las 42 jornadas, con el Gerena. Ante el Arcos venció, cómodamente, simplemente por ser muy superior al Arcos. Su entrenador, el arcense decimos, tuvo mucho que ver en mandar a sus jugadores a los leones con sus declaraciones en la previa.
Cómodo, fácil, sencillo y de forma contundente. Así despachó el cuadro algecirista a su rival que apenas tiró a puerta en una tarde que Rosano, a buen seguro, querrá olvidar. Lástima que la humildad de equipos más pequeños a los que el Algeciras no ha faltado al respeto nunca, no sea la tónica de algunos entreandores que, parece, se crecen en el Mirador. Luego pasa lo que pasa.
Iván Turrillo tu carácter nos señala el camino. Con esa pancarta y una enorme foto del capitán posó el Algeciras C.F.antes de medirse al Arcos del atrevido, al menos en sus declaraciones, Keko Rosano. A los dos minutos Willy, que dedicó el tanto al capitán y lanzó un beso al banquillo visitante, ya había puesto por delante al equipo que no tiene jugadores, Rosano dixit, desequilibrantes. El de los rizos aprovechó una gran jugada de Joselu, que por cierto bordó la primera parte. A partir de ahí el equipo de Mere, que ha logrado controlar los partidos aunque no desde la brillantez, comenzó a contemporizar y cedió el terreno, no en demasía, a su rival. Los arcenses tocaban y tocaban hasta aburrir.
Decidió el cuadro local dar un nuevo estirón, se ve muy superior y un día puede caer, y entre el 12 y el 13, de nuevo Willy muy activo y aprovechando el enorme trabajo de Joselu, pudo aumentar su cuenta. Luego otra siesta aunque sin pasar peligro para los de casa. En el 32, tras algún córner arcense e intentona ofensiva, Joselu remató alto un centro de Mario y en el 36 Melchor aprovechó un balón suelto por la derecha para fusilar a Mateo. Se abrazo a Iván y ni miró al banquillo rival. El león del que habló en la previa, en redes sociales, daba su segundo zarpazo.