(5-0) Goleada para mantener el mano a mano con el Gerena
14/12/2014 | 21:09
ALGECIRAS. - El Algeciras C.F. cumplió y ganó, plácidamente, a la Peña Rociera. Por fin los de Mere, ante un rival de la parte baja, hicieron lo que debían y mostraron su superioridad. El resultado, además, permite que la lucha por el liderato quede ya en un mano a mano, por si quedaban dudas, entre Gerena y rojiblancos. La derrota del San Fernando en Guadalcacín hace que, salvo milagro, los de Masegosa se despidan de la pole position, aunque esto, de momento, está por ver.
El duelo en La Menacha, en tarde desapacible, tuvo poca historia. La superioridad local, aunque tardó en plasmarse en el marcador, fue patente desde el arranque. Los sevillanos, bien colocados con Gordi y Chiqui Carmona como únicas amenazas, intentaban que la intranquilidad llegase a la parroquia local.
En la primera media hora el dominio fue local, con Mario muy implicado, pero no llegaban muchas ocasiones. Eso sí, a diferencia de otros días, había disparos desde fuera. Gabri, mejor que en días precedentes, lo intentó en alguna que otra ocasión e incluso Manzano, tras un córner, aunque desde el interior de área, pudieron marcar. Sí lo hizo Mario, con un espectacular zapatado en el 34 que abrió la caja de los truenos. En el 37 Joselu culminó una buena acción de Gabri y Merino, demostrando que está en racha. La guinda la puso Gabri, tras una gran asistencia de Joselu. En el 40 todo quedó visto para sentencia, 3-0 y a la caseta.
Lluvia torrencial
La segunda parte, como se esperaba, casi sobró. Además la lluvia arreció con fuerza e incluso los valientes de Preferencia, que aguantaron el primer acto, desistieron. Sólo quedaba saber el número de goles que anotarían los locales.
En los quince primeros minutos cayeron dos. El primero en el 54, tras un penalti cometido sobre Melchor y el segundo, el quinto de la tarde, en el 56 por mediación de Gabri. El sevillano, muy enchufado, necesitaba un partido así. Quedaba media hora y la manita ya estaba en el marcador. Javi Chico, ovacionado, fue relevado por Willy para dar descanso al capitán.
Hasta el final algún acercamiento e intento de Willy y Joselu e incluso hubo tiempo para los aplausos tanto para los cambios de casa como para los visitantes. Especialmente significativo fue el que le tributó la afición local a Chiqui Carmona que trabajó en la ciudad hace unos años. La Curva, enorme como siempre, calentó a la tribuna que ensayó a coro para citas de más envergadura que la vivida en el templo algecirista.