ALGECIRAS. - El algecirismo intenta recuperar el ánimo, poco a poco lo consigue pese a las críticas oportunistas en algunos casos y con razón otras, para empujar a los suyos ante la Peña Deportiva Santa Eulalia en el partido de vuelta de la segunda eliminatoria por el ascenso a Segunda División B. El 0-0 de la ida deja todo pendiente, otra vez, del Mirador. La venta de entradas anticipadas, tanto en la sede social como en Discos Grammy, ya ha comenzado. Aunque obviamente el ritmo es menor que ante la Arandina, se espera que el domingo (12:00 horas) el estadio presente un buen aspecto para llevar a los suyos en volandas hasta la cita final. El empate sin goles en la isla de Ibiza ya se ha digerido y sobre todo se valora que, sin hacer un gran partido, el cuadro de Mere supo reponerse del mazazo recibido. Incluso en la segunda mitad, el conjunto rojiblanco, tuvo muchas opciones de  victoria. De hecho, son las cosas del fútbol, mientras en Algeciras el empate, en algunos sectores que no en todo el algecirismo, se valora con cierto resquemor,  en la isla, la prensa que sigue al cuadro de Ormaechea, lo da por muy bueno y entiende que los de casa se salvaron y llegan con opciones a la vuelta. Por cierto que Ormaechea, quizás por el gen vasco que comparte con Bermúdez, también dejó una frase en la sala de prensa para analizar. “Allí nos espera un encerrona”, apuntó el ex de la Balona.  Otra que sumar en esta fase de ascenso a la de los “ocho mil no juegan”. Más allá de que todo esto forma parte del fútbol, el conjunto de Mere sabe que no puede fallar y los veteranos en estas batallas, Mario, Javi Chico o Máiquez, entre otros, intentan hacer ver a los más jóvenes, especialmente a los que han llegado este año, que el Mirador es un aliado y en ningún caso puede ser una carga. Era de sobra conocido que esta eliminatoria, por aquello del bajón que ha supuesto no subir a la primera, es la más compleja. El temor a fallar, el saber que ya no hay colchón y el haberlo tenido tan cerca juega en contra de un equipo que, por cierto, ha demostrado su capacidad de sobreponerse y que, en ningún caso, está mal físicamente. Se demostró el pasado domingo. Mere cuenta con todos y a buen seguro que habrá cambios tras la relativa revolución del duelo de ida. La entrada de Javi Chico, ahora que se necesita más construcción, y el posible retorno de Víctor González o incluso alguna variante más, como por ejemplo poner alguien más cerca de Joselu, son algunas de las bazas que se analizarán durante estos días. El técnico tiene claro que el equipo debe salir a ganar, no vale otra cosa salvo que el empate sin goles lleve a la prórroga, aunque sin perder la cabeza. Todo ello ante un equipo muy físico, pero al que, a priori, le puede pesar la amplitud del Mirador. También se esperan novedades en el once de los isleños. Borja Pando y Pau Pomar, ambos lesionados en la ida, pueden estar en condiciones de aportar algo al conjunto peñista. Más opciones tiene el segundo, aunque Pando también podría jugar unos minutos. El árbitro del encuentro será José Manuel Cuesta García Muñoz, del colegio de Castilla La Mancha.

Elecciones

Por otra parte, el proceso electoral sigue adelante y el ex presidente, Francisco Javier Gudiel, que incluso se ha puesto a vender entradas en la sede demostrando su compromiso y que es un aficionado más, ha anunciado lo que era un secreto a voces y es que se va a presentar. Por tanto, haciendo caso a lo que se ha conocido, tanto oficial como extraoficialmente, de los posibles aspirantes, parece que no habrá necesidad de acudir a las urnas. No obstante, habrá que esperar a que se cumplan los plazos legales, pero todo apunta a que la directiva, con algún que otro refuerzo como el letrado Nacho Castro, seguirá durante cuatro años más. El objetivo, tanto de ellos como de todo el algecirismo, es que el primer año de ese mandato arranque en Segunda División B. Para ello, cabe recordarlo para algunos, hay que pasar esta eliminatoria por lo que el apoyo de la masa social, la de siempre, la que va y viene o la que sólo se suma en estos casos, puede ser clave.