Arrancamos nuestro Hyundai para, una semana más, disfrutar de sus prestaciones y también para saborear, en la amplitud y comodidad que nos ofrece, una nueva victoria del Algeciras C.F. Al lío.

En Ceuta, en el siempre incómodo Murube cuando de un derbi del Estrecho se trata, los de Guti ratificaron, una vez más, que están para competir “con cualquiera” como indicó el propio entrenador que, con acierto, sigue considerando a los caballas un equipo “aspirativo” y al que sólo le falta “cambiar la dinámica y recuperar lesionados”. Esto no quita, ni un ápice de mérito a la trabajada victoria de los nuestros. “Es cierto que hay momentos que marcan una temporada, pero entiendo que en la segunda parte fuimos mejores”, espetó el entrenador rojiblanco.

Masegosa negó el clásico futbolero que alude a la suerte del campeón. “Yo también entiendo que es rematar con acierto, estar intensos y atentos”. En una alusión, se entiende, a los tantos que encajaron los suyos. Camps la quiso poner en la esquina y Berlanga fue el más atento en la jugada que permitió el segundo cuando todos daban ya por bueno el empate.

Sea lo que sea, lo cierto es que los que visten la sagrada túnica rojiblanca -se estreno en Ceuta la azul- supieron capear el temporal inicial de los caballas, aplicaron el control y la paciencia para esperar su momento, y sobre todo en la segunda parte, mostraron jerarquía en un campo nunca fácil.

Cierto es que si el partido acaba sin goles tampoco habría extrañado, pero no lo es menos que los nuestros comenzaron sufriendo y acabaron mandando. Claro que todo queda solapado por unos 10 últimos minutos de locura en los que hubo de todo. Romero, con sorna y responsabilidad, aún bromeaba en el barco sobre “un error puntual que no ensombrece mi gran partido”. Era su argumento, en tono jocoso, ante la brasa de sus compañeros por el error en el despeje que provocó el dudoso, una vez visto, penalti de Hedrera. El Gato sabe lo que él supone en ese vestuario y nadie, aún sin llegar el cabezazo de Berlanga, habría cuestionado su buen hacer, más allá de ese fallo puntual. La parada del final a la chilena de Navarro o minutos antes a Villatoro le conceden ese y más crédito.

El equipo sigue sin perder lejos del Mirador, la dinámica no puede ser más positiva y además el liderato sigue afianzándose más allá de no ser, en estos momentos, una obsesión. La directiva prosigue con su tarea, la afición enganchándose, los de fuera ya entienden que no están en un equipo más y en general todo suma.

Ahora llegan tres partidos casi de manera consecutiva y el peligro puede estar en no prestar la debida atención a todos. El primero es ante el Recreativo de Huelva B, posteriormente tocará la visita al San Roque y luego, casi para terminar el año, el esperado partido ante el Arcos. Ojo con pensar ya en esa cita del 8 de diciembre. Se ha demostrado que el grupo que anida en el vestuario, la bandita, según ellos, está para todo siempre que mantenga la intensidad y la concentración al máximo.

Un detalle y más allá de lo duro, que en ocasiones, se hace ver a los nuestros en Tercera. Hace unos años eran San Fernando y Sanluqueño los rivales, luego apareció el Gerena, ahora está el Arcos, pero los que no ceden son los nuestros. Incluso con menos presupuesto que en esas referencias, siempre está la entidad Centenaria.

Es por ello que, aún entendiendo los desencantos por los últimos descensos, queda patente la capacidad de reinventarse de este equipo y su gente que, en este tramo final de la primera vuelta, comienza a ilusionarse y debería, en la medida de sus posibilidades y con calma, respaldar el proyecto.

Semana intensa

Nuestro Hyudai, antes de llegar al Mirador, tiene una intensa semana. Mañana martes, en el concesionario, se procederá a la presentación de los trofeos que cada año entrega la incansable Peña La Bufanda y que cuentan con el patrocinio del vehículo que, semana a semana, nos acompaña aquí en Horasur. El jueves, además, llega el momento de la asamblea y el domingo, como no, todos al estadio. El líder del grupo habita allí.