ALGECIRAS. - La barra de hoy llega con muchas Estrellas Galicia que se abren, especialmente por parte del algecirismo, para disfrutar de la victoria en el clásico. También los balonos, a buen seguro, abren alguna para pasar el mal trago y recordar, obviamente, que su temporada sigue siendo muy buena. Una vez pasadas las horas y la euforia de unos y la decepción de otros toca el análisis. Antes un inciso para las dos gradas. Salvo algún incidente condenable como el apedreamiento del bus de aficionados linenses, las dos parroquias volvieron a demostrar que saben de esto. Cánticos y piques pero nada más, seguro que alguno se está lamentando ya que sigue en el siglo XIX, pero las mentiras tienen las patitas muy cortas y lo importante, aquí, es analizar el fútbol. Ganó el Algeciras porque lo necesitaba más y fue mejor que su eterno rival. Escobar se agarró al penalti "inexistente", dijo, e intentó justificar la presencia de Joe, desbordado por Alfaro, en el lateral. Tiene derecho y crédito el cordobés para hacer sus planteamientos, se lo ha ganado a pulso, pero le salió mal. Su partido, al menos el que expuso en sala de prensa, en la que pudieron entrar todos los medios y preguntar, no coincidió con el que vieron la mayoría de compañeros, incluso los pocos que de La Línea entraron allí, sin problemas. Matemáticamente, es una obviedad, La Recia sigue teniendo opciones de liguilla, la realidad, lo saben hasta los futbolistas, sería un milagro. Para nada empaña la buena campaña, otra más, de los del Municipal. Y en el otro bando la alegría contenida y los mensajes del míster. No es, de verdad lo escribo, amigo de revanchas Sanlúcar, pero tenía ganas de soltar cosas, no contra la afición por los pitos de hace unas semanas, ni contra nada ni nadie del algecirismo. "Lo respeto mucho, aprendo y conozco su exigencia" ha dicho en más de una ocasión. Tras pedir perdón a los medios por la decisión de blindar al equipo, apuntó a "la humildad". Lo lleva haciendo el entrenador de Bornos desde que llegó. Sin embargo, su mensaje tenía destinatario y no era otro que Escobar y el entorno, el que perjudica no el sabio aficionado blanquinegro, del presidente que habla de servidor en el palco. "Nuestro humilde objetivo está cerca y también hemos llegado a la tercera ronda de la Copa del Rey", sobre los mensajes del presupuesto, decir que el del Algeciras es superior es para sonreír, como poco. "Mejor para mis jugadores" espetó el de Bornos, no sin ironía. "No seré tan atrevido para hablar del presupuesto del rival". El míster no suele dejar cabos sueltos, admite las críticas, las ha recibido en las últimas semanas, y ahora, con la victoria más deseada del año y que completa un círculo además de acabar con la mala racha, tenía ganas. "Nosotros no hablamos de los objetivos de los demás", ese era el mensaje de vuelta a La Línea. Respira el algecirismo, su gente quería cerrar ya la salvación, aunque habrá que seguir empujando para acabar de la mejor manera posible y evitar más sustos. También se comienza ya a mirar a la próxima temporada. La austeridad y la humildad como bandera, esa que ya porta, otra vez, Javi Chico. Enhorabuena capitán por la recuperación y el esfuerzo, si marca el tercero la grada habría estallado, eso si, con humildad.