Manuel Sanlucar1, Oct2012
Manuel Sanlucar, principal culpable según los aficionados

En la Barra: Pitos y flautas

En la Barra: Pitos y flautas
Banner Estrella Galicia ALGECIRAS. - La Estrella Galicia de nuestra barra de hoy se apura hasta el último sorbo. Y es que los dos empates, tanto de Algeciras como de Balona, llegaron sobre la bocina. Curiosamente, más allá de la alegría del momento, hay sensaciones encontradas y muy diferentes. Los balonos, que el domingo reciben a su querido amigo en un ambiente que, lo dicen algunos aficionados señeros del club, perjudica a la recia. Se refieren a la excesiva pleitesía para un club que, quieran o no, es de Segunda B y en los últimos años ha logrado lo mismo que la entidad linense. Pero bueno, para gustos colores. En el campo se disputarán 90 minutos para que los de Escobar sigan soñando. El empate en San Fernando, llevan una vuelta sin perder del Municipal, les permite aspirar, legítimamente, a la cuarta plaza. En el Mirador hubo de todo. El Algeciras está viviendo un suplicio, afortunadamente con control, en una liga que se le está haciendo eterna. Aunque lo del físico, cierto es, parece complejo de explicar. Acaba los partidos, incluso en inferioridad, en el área rival y se ha abonado al minuto 93 que, de momento, tantas alegrías está dando. Dicho esto, y como siempre hacemos apurando nuestra Estrella Galicia en la barra que comparten cada día más seguidores a los que damos las gracias, no se pueden obviar algunas cosas que ya están en boca de la exigente grada rojiblanca.  Por un lado, y con el respeto debido al trabajo y trayectoria del entrenador, cuesta entender lo de Javi Fernández, especialmente en casa. Por cierto, chapó para el malacitano que no ha tenido ni una mala palabra, ni gesto.  “Aprendo de esta afición, como me dijiste me ha aplaudido mucho y su exigencia me ayuda a aprender”, aseguró el de Bornos que, nuevamente aunque con más intensidad si cabe, defendió a los suyos. “Nunca me defraudan”. Es evidente  que la afición, casi en su totalidad con el riesgo de la generalidad, no ha dudado, ni duda ni dudará del compromiso de un grupo al que le faltarán muchas cosas pero le sobra honradez, casta y compromiso. Ese no es el asunto, ni se plantea. Sin embargo, los primeros pitos de la grada mostraron que algunos jugadores no sabían lo que era la música de viento en La Menacha y les pesó. Los de casa y los veteranos pedían calma, sabiendo que a la mínima, como así fue, la grada les llevaría en volandas como tantas veces. Sanlúcar tampoco se libró de los pitos. Él sabe, perfectamente, como es el fútbol. Son los mismos que coreaban su nombre en junio y los que volverán a valorar sus decisiones si, por ejemplo, el equipo le gana a la Balona. La naturalidad del míster, para casi todo, es importante y ayudará al grupo. Otra cosa es que hay decisiones, siempre desde el respeto, que han causado controversia. Es cierto que la crítica llega con la mala racha, pero esto es lo de la gallina y el huevo, ¿qué fue antes? Más allá de pitos y flautas lo cierto es que el gol de Parada, de largo y con permiso de Romero el mejor del partido, vale su peso en oro. El factor sicológico, sin filosofías ni cosas de los que quieren ver poesía en este deporte, es muy importante en un grupo. “La intensidad también está en la cabeza”, apunta Sanlúcar. Cierto es que una derrota habría marcado, para mal, el final de temporada. El empate y el resto de resultados ayudan un poco más a acercar el objetivo. Además, y eso indica la madurez del vestuario, todos sus integrantes son conscientes de que están mal, y no se esconden en el tanto de la igualada, en lo meritorios 38 puntos, ni en excusas fáciles. Son conscientes de la necesidad de ganar cuanto antes y evitar sustos, pero mientras tanto tienen que aguantar el peso de esa camiseta y de su exigente afición, la misma que tantas veces, también el domingo ante el Almería, les ayuda. Pero deben saber, los que sólo habían visto las buenas, que el algecirismo es así pero suele responder a nada que le den.

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