En La Barra: Seguir y levantarse
18/11/2013 | 11:56
ALGECIRAS. - Pasó el clásico y más de uno cuenta los días para el de vuelta que, como merecen las aficiones de ambos, en su mayoría, volverán a verse las caras en Segunda B. Hoy en esta su barra, y siempre con una Estrella Galicia, reflexionaremos sobre lo del campo y, espero por última vez, sobre lo de fuera.
En el sintético del Municipal se reflejaron varias cosas. Vaya por delante que la Balona, aunque sin alardes, mereció la victoria más que un Algeciras al que le pesó, en demasía, la ocasión perdida por Alfaro y sobre todo el tanto encajado poco antes del descanso. Es decir ganó el equipo que es mejor y que lleva varios años en la categoría asentado y peleando por cotas altas. La ilusión de los rojiblancos, en racha positiva y con poco que perder, no fue suficiente.
Para los de casa puede ser el punto de inflexión que le permita acabar con cierta irregularidad y seguir, ya lo venimos contando aquí aunque parece que alguno no sabe leer, peleando por la gloria de la promoción. Ojo sin la obligación de otros. Se pudo ver que el cuadro de Escobar cuenta con jugadores de los que hay pocos en Segunda B, Juampe o Mato, y que no descarta nada. También que tenían miedo a perder ante el eterno rival, no ya por los puntos, sino por el mazazo moral que ello habría supuesto.
En el bando rojiblanco queda la sensación, extraña, de que se pudo hacer más. Por cierto, aseguramos que en el vestuario, desde Sanlúcar hasta el último, no están de acuerdo con lo de "no pasa nada". Aunque la guerra del conjunto del Mirador no sea esta, más allá del dolor que siempre produce perder ante los de La Línea, la ambición que se ha instalado en ese grupo hace que siempre se pida más, esa es la parte positiva. La afición, que respondió como pocas veces en territorio rival, se marchó algo cabizbaja aunque sabiendo que el partido clave, otro más, es el del domingo ante el Sanluqueño. Ese si es de la liga de los cochinos. Ello no quita para reconocer que el Algeciras no hizo un buen partido, especialmente en la segunda parte en la que no jugó a nada, también por mérito del rival, pero se esperaba algo más habida cuenta de la cómoda clasificación con la que llegó al clásico. No fue así y, queda claro, sin alardes pero sabiendo lo que hacía, el cuadro albinegro supo manejar el gol de ventaja para quedarse con los tres puntos.