ALGECIRAS. - El paseo hoy por nuestra ciudad, siempre a bordo del cómodo Hyundai que cada semana está con el equipo algecirista, es sólo agradable por las enormes prestaciones del vehículo ya que las sensaciones deportivas, tras la derrota ante el San Roque de Lepe, son negativas, si bien, la clasificación sigue siendo tranquila. Al lío.

El Algeciras perdió ante el rey del empate cuando todo apuntaba a una nueva igualada  tras un partido extraño. Los de casa nunca estuvieron cómodos y  sólo Josemi y Cristo Díaz se salvan de una tarde irregular, aunque tampoco aquello fue un desastre. Sin ánimo de meternos a técnico y recordando que, otras veces, se han alabado los cambios de Mere, en esta ocasión no parece que diese con la tecla. Claro que al final, es así de cruel y real, todo se juzga en base al marcador.

El conjunto avispa, en realidad, llegó de manera clara y contundente a la zona de peligro. Cierto es que apenas dominó el juego, quizás en la primera parte, pero la realidad es que se plantaron delante de Josemi hasta en cuatro ocasiones que el meta, en dos, y Chaco, de forma increíble en otras, desperdiciaron.

Finalmente una genialidad decantó la balanza para los leperos que lograron su primer triunfo lejos de su campo y además evitaron una nueva escapada, siempre mirando a los puestos de descenso, de los rojiblancos. Y es que más allá de la lectura de cada uno, todas respetables, la realidad deja reflexiones en ambos sentidos, válidas ambas.

La derrota no afecta, en demasía, a la clasificación ya que la distancia con el peligro sigue siendo importante, aunque hay que seguir remando. Dicho esto, y al menos aquí nos quedamos con esta, hay que resaltar que la jornada habría sido muy pero que muy propicia de haber sumado el primer triunfo casero del nuevo año. Sobre todo teniendo en cuenta lo que se avecina.

“Nunca estuvimos cómodos y ellos han llegado con mucha claridad sobre todo a raíz del minuto 80” espetó Mere para reconocer que salvo honradas excepciones, ninguno tuvo su día, probablemente ni él.

Juanito, en un gesto que le honra y que deja claro que ha estado en la hierba al más alto nivel, fue claro. “No hemos dominado el juego, el Algeciras nos ha apretado pero la realidad es que las ocasiones más claras han sido nuestras y hemos metido la más complicada”. Por cierto un golazo que la sabia grada algecirista no dudó en aplaudir.

El famoso colchón de puntos, ese que ahora se mira cada jornada, permitía un tropiezo pero el equipo no puede regalar nada, más aún cuando se mide a rivales directos. En cualquier caso toca reflexionar, analizar errores y buscar los motivos por los que el conjunto onubense creó ocasiones tan claras. Algún jugador decía tras el partido “regaladas”, puede ser pero la realidad es que estos tres puntos ya volaron.

Ahora sólo queda seguir, cómodamente, conduciendo nuestro Hyundai que nos lleva al próximo destino que es el histórico Linarejos. Allí espera otra batalla ante un rival que busca la salvación.