Javier Martín Ríos lanza ante el acoso de la defensa. // Foto: José Luís García.
Javier Martín Ríos lanza ante el acoso de la defensa. // Foto: José Luís García.

COLOMER DENTAL ALGECIRAS 29 - 23 BALONMANO CARBONERAS

El Colomer somete a un débil Carboneras ante miles de algecireños

El Colomer somete a un débil Carboneras ante miles de algecireños

Los del Ciudad de Algeciras viajarán a Almería con un buen colchón de ventaja. Un enorme Chicón destacó con luz propia en un encuentro marcado por las rotaciones

ALGECIRAS.- El Colomer Dental Algeciras doblegó a un inocuo Carboneras en un partido lento y más de tú a tú, que de contraataques. Los pupilos de Chano tomaron el control del duelo a partir del diez de la primera mitad y, desde ese momento, no temieron por la victoria ni un solo instante. García del Pino decidió dar minutos a todos los jugadores y sentó a sus baluartes ofensivos, Saucedo y Martín, pasado el ecuador de la segunda mitad.

Al inicio, los de Chano salieron en tromba a la cancha a disputar su primera parte ante un cuadro almeriense, nunca mejor dicho, en cuadro. Los de Carboneras se personaron con tan solo diez efectivos en el Ciudad de Algeciras. Sus ausencias no les pesaron en demasía durante los compases del primer tiempo. Sin embargo, el corto plantel tuvo que hacer frente a un Colomer con catorce y con ansia. Javier Martín desde el flanco derecho, al alimón con Pedro Saucedo desde el opuesto, fueron los encargados de abrir la veda.

Pasados los minutos, Bermejo tomó las riendas de los suyos y protagonizó dos auténticas lecciones magistrales. El madrileño fintó de brazo a su defensor y, frente al portero, definió de liftado. A falta de una, dio dos tazas y resolvió la siguiente de la misma forma. Gabriel Navarro no encontraba su sintonía y García decidió dar salida a Chicón, quien aprovechó con creces la oportunidad del técnico algecireño.

Se relajaron los pupilos de Chano tras el primer parcial y cedieron el segundo a los almerienses, que parecían cómodos en la pista. Sin duda, nada bueno para los intereses de los algecireños. No obstante, acometió a tiempo la solución García del Pino. Desdibujó el esquema defensivo y situó a Juanma Cruz en el pivote para que doblara con Romero.

A raíz de ahí, los locales disfrutaron de un acicate ofensivo que volteó el luminoso y estableció una diferencia de dos goles a favor, que no dejarían escapar hasta la marcha a la caseta. Alcanzada la ventaja en el marcador, la escuadra algecireña comenzó la escalada en el duelo y subyugó al combinado carbonero a su merced. Abierta la brecha, los del índalo supieron defenderse con vistas a no seguir sangrando y taponaron sus heridas con el objeto de seguir con vida en la segunda parte, a la cual llegaron con una diferencia de cinco abajo y con serios problemas a resolver. 

Tras la reanudación, Chano y los suyos seguían optando, en lugar de hacer daño al contraataque y aprovechar la escasez de relevos de su adversario, por los ataques cosidos puntada a puntada. Con dedal. Sin un ápice de improvisación. Y, pese a que les tenía por encima en el marcador y cumpliendo con creces en labores ofensivas, quizás, de esa manera podrían haber hecho trapos a su rival en este partido de ida. Fue el momento de darle salida a los que menos minutos han venido disputando esta temporada. Alejandro Comino aprovechaba su oportunidad desde el vértice derecho y Samuel Rodríguez asumía la jefatura de la sala de máquinas de su plantilla. 

Mientras, en el lado opuesto la mañana seguía siendo para olvidar. El que había venido ejerciendo de guardameta hasta entonces, se anudó las calzonas al bajo vientre y asumió el rol de pivote. Sus jugadas tenían mucho más acierto desde los extremos, más bien por demérito propio de su primera línea que por obra de la defensa del Colomer que, aunque cuajó buen partido, no sufría de excesiva faena. Sin embargo, pasada la mitad del segundo tiempo y sin los titulares de peso en el parqué, los de la calle Susana Marcos empezaron a dejarse morder su pastel. Su oponente lograba conjuntar buenas basculaciones y los de Algeciras empezaron a ver reducida su diferencia favorable en el tablero. 

Fue ahí cuando los algecireños empezaron a sufrir un poco. La distancia de cinco goles de ventaja reducía y, cuando parecía perdida, volvía a aparecer. Coquetearon con la suerte los de casa, puesto que el hecho de mantener la suma a favor tuvo como ingrediente principal la desazón del septeto rival. Finalmente, una nueva parada de Ignacio Chicón derivó en la diana que certificaba la ventaja de seis tantos y, a falta de un minuto, los carboneros no lograron reducir la losa de goles, con más corazón que razón y, para la rima, sin organización. 

 

 

 

Ficha técnica:

Colomer Dental Algeciras: Alejandro Comino; Juan Bermejo, 4; Juan Manuel Cruz, 2; Alejandro Ledesma, 1; Javier Martín, 2; Antonio Ledesma; Adrián Cobreros, 2; Sufian Dris; Pedro Saucedo, 6; Jesús Lozano, 4; Paco Romero, 3; Morad Ahmed, 2; Samuel Rodríguez, 2; Víctor Rodríguez, 1; Gabriel Caballero (P); Andrés Sarmiento (P); José Ignacio Chicón (P).

Balonmano Carboneras: Manuel Hernández; José Manuel Martínez; Miguel Lozano, 8; Francisco Escobar, 4; Rafael Martínez, 3; José Requena, 1; Pedro Cervantes; Francisco Hernández, 1; Juan Galera, 5; José Abarca Hernández, 1.

Marcador (5’): 3-3, 5-6, 9-6, 11-8, 13-9, 15-10; 18-12, 20-16, 23-18, 25-20, 26-21. 29-23.

Árbitro: Alberto Vera Ávila y Carlos Vera Ávila (Comité Andaluz). Por parte del equipo local, excluyeron a Javier Martín (42´), Antonio Ledesma (47´), Juan Cruz (53´), Adrián Cobreros (58´); y por el visitante a José Requena (40´), José Martínez (43´), Rafael Martínez (52´) y Pedro Cervantes (59´).

Incidencias: Partido correspondiente a la ida de las semifinales de ascenso a Primera Nacional disputado en el Pabellón Ciudad de Algeciras ante 1300 espectadores. Antes del inicio del encuentro, se entregó una placa conmemorativa al sacerdote Vicente Peña, en reconocimiento a la labor llevada a cabo hace medio siglo en aras del impulso del balonmano en la ciudad. 

 

El Colomer somete a un débil Carboneras ante miles de algecireños