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Camps, de espaldas con el 9, espera dar muchas alegrías este año.

EL DELANTERO CONOCE LOS ANTECEDENTES EN TORNO AL DELANTERO CENTRO ROJIBLANCO

David Camps acepta la presión del nueve

David Camps acepta la presión del nueve

En Mérida es ídolo y ahora quiere repetir experiencia en Algeciras. En sus lejanas Islas Baleares siguen con atención sus peripecias. Hay amigos que, a través de redes sociales, ya aseguran que marcará 25 goles para que lo del Mirador asciendan a Segunda B. Él sonríe, no pone cifras pero garantiza trabajo. Asegura que su actual equipo puede ser el mejor en el que ha militado hasta ahora.

En los últimos años la posición de delantero centro del Algeciras, al igual que el equipo y el club, ha vivido en una montaña rusa. Llaves y Pedro se repartieron los tantos en el año del ascenso con Sanlúcar. Luego, en Segunda B, Harper no fue lo que se esperaba y Alfaro, ahora en el Barcelona, era aún muy joven aunque él cumplió. Joselu se ganó el cariño de la parroquia en el año de los 100 puntos. En la categoría de bronce, aunque siguió dando todo lo que tenía, no tuvo fortuna de cara al marco contrario.

Ahora, de nuevo con el retorno en mente, la responsabilidad, aunque es tarea de todos, recae sobre los hombros de David Camps Bagur. El delantero centro, ídolo en Mérida y que llega de la Peña Deportiva Santa Eulalia, que tanto hizo sufrir a los rojiblancos, sabe ya que no está en un equipo más de Tercera. "Sabía de la repercusión del Algeciras, pero es evidente que cuando estás dentro lo notas de verdad".

De momento, en la pretemporada, pese a que ha llegado tarde, está cumpliendo. En San Roque, donde atiende a Horasur, marcó uno y tuvo opciones para, al menos dos más. "Se trata de ir conociéndonos ya que hay mucha gente nueva", asegura el de las Baleares. Resalta el buen ambiente que ha encontrado en la caseta. "Es como una familia y creo que es el mejo equipo en el que he estado hasta ahora".

A partir del 29 de agosto comenzará la exigencia de la fiel parroquia algecirista. "Sabemos a lo que hemos venido, está claro que la gente nos va a exigir y aunque yo no lo llamaría presión, está claro que si quieres ser futbolista esto es lo que motiva".

Camps no da cifra de goles, pero promete esfuerzo "sacrificio y trabajo junto con mis compañeros", aunque sabe, de sobra, que al nueve "se le mide muchas veces por los goles, esto es así".

Cuestionado sobre ese sube y baja que han vivido los últimos hombres que han ocupado su demarcación, el encargado ahora de llevar esa presión, sonríe. "Bueno ya me han contado algo, yo sólo espero hacer mi trabajo y ojalá que pueda marcar muchos goles". 

Por ahora, según cuentan tanto él como sus compañeros, van asimilando, con los datos y consejos de los Iván, Máiquez, Berlanga o Romero que están en un club impropio de Tercera, pero no queda otra que asumirlo. Camps, que vivió algo similar en su periplo emeritense, espera que la temporada acabe como aquella, con el ascenso. Una palabra que, por ahora, casi nadie pronuncia en el entorno más cercan al vestuario y al club pero que está en la mente de casi todos.

David Camps tiene claro que "esto es muy largo, sabemos que la gente ha vivido unos años complicados, pero nosotros vamos a poner todo de nuestra parte para dar alegrías a la afición". Palabra de goleador, veremos si, por fin, se acaba la montaña rusa del nueve.

David Camps acepta la presión del nueve