ALGECIRAS. - Derrotados por el esfuerzo y por la tensión soportada tras dos durísimas semanas. Así acabó el conjunto algecirista tras el agónico triunfo ante la Peña Deportiva Santa Eulalia que ha llevado a los campeones del Grupo X a la eliminatoria final por el ascenso. El grupo, liderado por Mere, tenía ganas de reivindicarse y lo hizo ante su gente. Esa que siempre está, casi 3.000, y que sabían, desde bien temprano, que había que ir a sufrir y ayudar. Los condicionantes no eran los más idóneos por lo ocurrido, pero se trataba de superar el trance, todos juntos. A fe que se hizo. El entrenador algecirista compareció, en sala de presan, satisfecho pero al mismo tiempo calmado. Sabe que resta el paso definitivo. Mere dijo que el partido “ha sido muy duro”, en parte por no “tener serenidad en los metros finales”. No obstante, dejó claro que su gente “quiere pero nos puede la ansiedad, sólo queda seguir insistiendo y la gente quiere eso hace mucho en estas situaciones”. Sobre el gol, que llegó de córner, apuntó el mérito “de los jugadores ya que nos hemos medido a un equipo incomparable ante en altura”. Lo vivido en estas dos semanas ha sido muy duro mentalmente pero ahora puede servir de refuerzo. “Lo que pasó nos ha servido para no perder el partido en los últimos diez minutos, pero incluso interesaba jugar la prórroga”, aunque no hizo falta. “Estamos luchando contra la presión pero el equipo está compitiendo”. Hizo mención a la afición. “También quiero agradecer lo del día de la Arandina, pero la gente hoy quiero reconocer que los que han venido nos han ayudado muchísimo”. El que estaba feliz, como todo, aunque exhausto, era el goleador Joselu. El de Talarrubias aludió a la “humildad de este equipo tras dos semanas muy difíciles”. Subrayó que “de nuevo nos quedan dos partidos para estar en el lugar que queremos”. De nuevo resaltó la calidad humana del grupo. “Esta gente se lo merece, hemos recuperado la confianza y lo vamos a intentar desde el minuto uno para estar en Segunda B”. Su compañero Melchor, fruto de la tensión, rompió a llorar. “Sí, es él y todos. Sabemos que el día de la Arandina fallamos ante más de 6.000 personas y nos dolió”, aunque ahora “la situación ha sido también de alivio, repito nos los merecemos por la humildad que tenemos”. Para el goleador el palo recibido queda superado “aunque ahora tenemos que seguir para brindarlo a la gente”. Sobre el gol, Joselu expuso la grandeza y la miseria del fútbol. “Hemos marcado de estrategia el primero del año y estamos cansados de trabajarla”, además ante un rival que tenía más envergadura que ningún otro. “El fútbol es tan complejo que pasan estas cosas”. Un veterano en mil batallas como Merino, que se marcó un partidazo, entiende que “hemos recuperado muchas cosas”, admitiendo además que “han sido dos semanas muy duras y agradecemos a la gente el apoyo”, aunque aún resta el tramo final. “Ahora hay que trabajar duro para lo que viene y sobre todo hacer un buen partido en la ida para intentar resolver aquí”.

Un gol inadmisible

El técnico rival, Mario Ormaechea, repetía, una y otra vez que habían encajado un gol “que no nos pueden meter”, se refería a la envergadura de sus hombres y que pese a ello los rojiblancos habían conectado dos remates –Víctor y Joselu- para eliminar a los de las islas. “Nos pueden marcar de muchas maneras pero así no, da igual si ha sido o no fuera de juego, no podemos conceder dos remates en un saque de esquina”. Explicó que en su grupo “lo que condiciona son los campos, malos y artificiales”, aunque el suyo “es de los mejores”. En el Mirador dijo que los suyos “dieron la cara ante un equipo que está acostumbrado al campo grande, con más presupuesto y todo lo demás, creo que hemos hecho un partido muy digno”. Y volvió a “no nos pueden meter ese gol”. Por último, aludió a  las posibilidades del rival. “Tienen muchas cosas para ascender, buen equipo, una afición muy buena y un conjunto de cosas que les hacen ser un equipo grande”.