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Guti, como todos los entrenadores, sometido a los resultados.

GUTI SEGUIRÁ, EN PRINCIPIO, HASTA FINAL DE TEMPORADA

Máximo riesgo

Máximo riesgo

La directiva ha optado por lo no habitual en el mundo del fútbol. Guti queda señalado pero también los futbolistas. En ellos está el cambiar la situación y de momento, que no olviden, parten con ventaja. Tras 32 jornadas siguen cuartos, aunque el margen se ha acabado y la sensaciones son pésimas.

La reflexión a bordo de nuestro confortable Hyundai i30 New Generation se hace hoy más necesaria que nunca. El coche, con su enorme capacidad, nos permite analizar la delicada situación, aunque esté cuarto clasificado, que atraviesa el equipo y casi habría que aludir a la institución rojiblanca. Lo hacemos con la intención de abrir el debate instalado en la fiel y sufrida parroquia rojiblanca, pero sin faltar al respeto e intentado aportar argumentos. Al lío.

       Ya no hay más. El Algeciras, que durante 32 jornadas, ojo no desdeñar el dato ni tampoco esconder la crítica tras falsas bufandas o trincheras, ha estado en puestos de promoción de ascenso, va camino de despeñarse.

        De momento, eso sí, lo tiene en su mano. Si en las dos últimas temporadas en Segunda B el equipo descendió de una manera bastante traumática y casi sin pisar las plazas que le condenaban, ahora va camino, esperemos que no ocurra, de repetir la historia a la inversa. Es decir, permanecer todo el campeonato en los puestos de privilegio y salir de ellas justo en el momento definitivo.

      La derrota de Lebrija es una más. Cierto es que llegó merced a un accidente ya que el duelo era de igualada sin goles, y ha dejado en evidencia algunas situaciones que se veían venir. La directiva, a última hora de la noche, ratificó, haciendo lo contrario de lo que es habitual en el mundo del fútbol, su confianza en Guti. Cierto es también que la unanimidad no parece la nota que predomina en el seno del equipo que tutela Ricardo Alfonso Álvarez, en ese respaldo. 

      Un entrenador, que como bien recordó él mismo tras la derrota, lleva más de media vida en el club. Un algecirista al que le duele como a cualquiera de los que sentimos esos colores, sino más, y que aseguró no poner ninguna pega si llegaba el cese. Y es que Guti, que no me debe nada ni yo a él salvo el respeto y el trato de muchos años, pese a sus defensores a ultranza y sus verdugos, también a ultranza, podría haber caído ayer, simple y llanamente por la ley no escrita de este gran deporte. Es más fácil cesar a uno que a 20.

      Por mucho que los verdugos, que no olvide nadie son también algeciristas, quisieran ver caer al míster, a este y a los que vengan, si el equipo fuese primero o segundo, ganase la mayoría de los duelos y no ofreciese las dudas que está dejando ver en la segunda vuelta.,... nada que hacer. Tengan eso claro, unos y otros.

       Hecho este inciso, es evidente, al menos en opinión de servidor, que la directiva ha arriesgado con su ratificación del técnico hasta final de temporada. Ojalá acierten, pero espero también que si el domingo, nada menos que ante el Ceuta, pasa lo peor, no de un volantazo. Si se apoya a Guti, como se ha dicho, entiendo que hay que ir con él hasta el final, sea este trágico o acabe en la fuente del Milenio, como aún se espera.

      Y en este punto, lo siento por volver al pasado, parece evidente que lo acontecido en los últimos años ha pesado en la decisión. Esto queda escrito y ojalá alguno me lo reproche en la citada fuente en el mes de junio, pero si a Mere lo cesó Sanlúcar, a Guti lo ha salvado Mere.

      Sí, todo es fútbol ficción, pero son muchos los que piensan que si el de Bornos hubiese sido destituido, por aquello de cambiar algo, aquel Algeciras se habría mantenido. Precisamente, se quiera o no y al margen de otras interpretaciones, ese argumento pesó, y mucho, en el cese del entrenador de los 100 puntos, cuando el pasado año, esta misma directiva, decidió dar un giro de timón que, desgraciadamente, no sirvió. Ahora, quizás por ese recuerdo, se ha optado por mandar un mensaje al vestuario. Los que estén con él y sobre todo los que no, ya deben tener claro que será este entrenador el que los lleve a la gloria o al infierno, pero que no olviden que ellos también quedarán señalados, por mucho que las tintas se carguen contra el que los tutela.

    Semana larga la que iniciamos, la directiva pide apoyo de cara al Derbi del Estrecho, y es que siguiendo con el fútbol ficción, el equipo está cuarto, el duelo del domingo, ante el mejor equipo de la segunda vuelta, se antoja casi definitivo. Hay una sensación, luego veremos que pasa, sobre lo que puede marcar ese choque si ocurre lo peor. Si el Algeciras sale, por vez primera, de los puestos de promoción, parece casi imposible levantar el vuelo. Claro que una victoria no asegura esa plaza, pero sí supondría un impulso casi definitivo. No estaría de más, simple idea, animar el cotarro con precios populares o reparto de entradas en colegios. A la afición poco queda que pedirle.

     El riesgo, también el de la directiva al que su decisión se le puede volver en contra, es de todos, y eso también hay que valorarlo. No hay riesgo, eso sí, en nuestro Hyundai que con seguridad y confianza, estará el domingo en el Mirador para, veremos que ocurre, vivir un derbi del Estrecho con un previo como no se recuerda en los últimos años.

Máximo riesgo