Mere entreno Algeciras CF

Paciencia contra exigencia

Paciencia contra exigencia
ALGECIRAS. - Abrimos hoy nuestra barra con la alegría de los tres primeros puntos de la temporada que permiten brindar con la Estrella Galicia de manera más agradable que hace siete días. El Algeciras del retorno compareció en el Mirador y lo hizo ante sus fieles, más de los esperados tras lo ocurrido y menos de los que acabarán en las gradas a medida que avance la liga, para vencer que no convencer ante el Recre B. Mere lo tiene claro. “Uno al decidir entrenar elige un camino y nosotros hemos elegido el de tener paciencia y tocar”. Eso sí el ex  central tiene claro, al menos eso dice, que no va a dudar en cambiar si la ocasión lo requiere. “El equipo debe tener su identidad y poco a poco lo vamos consiguiendo”. Ya veremos, puesto que en fútbol, como en la vida, es bueno ser coherente, tener una idea, pero quizás no lo es morir por ella. Lo que conocemos como cabezonería. A priori, no parece que Mere lo sea. El Algeciras ganó y lo hizo jugando infinitamente peor, que en Las Cabezas. Más nervioso, intermitente,  pero manteniendo  su idea. Todo ello, en un ambiente raro desde el primer minuto aunque no agresivo con los suyos, demuestra personalidad del grupo. Ni siquiera el run-run tan famoso de La Menacha impidió a los futbolistas retrasar el balón para no perderlo. Buen síntoma ya que personalidad hará falta más adelante y siempre viene bien en un equipo que tiene tanta exigencia. El equipo rojiblanco dispone además de un factor que le es favorable pero que, ironías del fútbol, puede ser un inconveniente. Ya se comentó aquí, con la primera Estrella Galicia, que el estadio favorece, y mucho, la manera de jugar que quiere implantar Mere. Además, las dimensiones del terreno de juego hacen que el partido, en general, se convierta en muy largo para los rivales. En la segunda parte, ya antes del gol, se apreció como el rival, y eso que era un equipo joven, no podía presionar igual. Esa ventaja, las dimensiones del templo rojiblanco, juegan a favor pero al mismo tiempo, de cara a la grada, puede ser un inconveniente. Y es que, si como ocurrió el sábado el gol no llega pronto, la parroquia no esperará a la segunda mitad. De nuevo personalidad, paciencia e idea del entrenador ante la exigencia.Ç Es el peaje que debe pagar el equipo, justa o injustamente, por el descenso. Hace dos años, parecen muchos más, los hombres que vestían la sagrada prenda Centenaria jugaban por una ilusión. De ella contagiaron a su gente que acudía al estadio, sufría, empujaba y veía, como una posibilidad, la promoción y quizás el ascenso. Todo esto es ahora una obligación. Los nuevos, a los que los veteranos en el descanso pidieron olvidarse de la grada y jugar como saben, y el entrenador  van a realizar un masters acelerado. Ojalá, eso sí, acabe con final feliz. Paciencia y exigencia pueden y deben ser compatibles. Con ese lema seguiremos abriendo, cada semana, nuestra Estrella Galicia. Foto: algecirascf.net

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