La Previa: Obligación contra ilusión
16/11/2013 | 18:07
ALGECIRAS. - Ya está aquí. El clásico, el derbi, el eterno duelo futbolístico del Campo de Gibraltar que mide a Real Balompédica Linense y Algeciras C.F, vuelve a la palestra en la categoría de bronce del fútbol español, la que ambas entidades y sobre todos sus aficiones, merecen como mínimo. Once años han pasado desde que los dos se encontraron por última vez dicho escenario. Entonces, como en la mayoría de las cinco ocasiones, en las que se han medido en ese lugar del fútbol patrio, el resultado fue de empate sin goles. Y es que, los algeciristas no han marcado, nunca, en el Municipal en cuando los rivales se han medido en Segunda B. En la 85-86 ganaron los locales por 2-0.
En Tercera, más recientemente, se rememoran dos duelos. Los de casa apelan al 6-3 que endosaron al equipo, también recién ascendido, que entrenaba Yiyi, mientras que en el lado visitante se recuerda el 0-1 del último duelo, antes del ascenso de los de Escobar.
Historias, anécdotas, piques sanos, alguno que quiere ser más protagonista que los jugadores, pero la realidad es que sólo son tres puntos aunque, obviamente, con un sabor especial. Se puede escribir un libro sobre lo que han contado padres a hijos o sobre lo que acontece en el campo. Por ejemplo, en el sintético de La Línea se medirán familias (los Merino), hay hasta 27 jugadores, sumando la dos plantillas, que no saben lo que es esto, hasta ahora. Por el contrario, muchos canteranos y amigos en los dos bandos que viven la rivalidad casi desde la cuna, y las aficiones que, en su mayoría, son inteligentes y dejan atrás episodios que mejor no recordar. Es todo lo que rodea a un Balona-Algeciras, el duelo más deseado, incluso, por los aficionados imparciales de la comarca, si es que existen.
La semana, como suele ocurrir, no ha sido una más por mucho que unos y otros lo intenten. Las redes sociales, los puestos de trabajo en los que conviven linenses y algecireños, las apuestas y la movilización de las aficiones provocan que incluso se cuenten las horas que faltan para la gran cita. ¿Quién llega mejor? Es la gran pregunta de los aficionados.
En los de casa, que por tercer año consecutivo pelean en la parte noble, parece que hay más obligación. Primero por ese factor que, a priori es una ventaja pero que puede ser una pesada losa, de tener más aficionados en las gradas. La Balona de Escobar, que no podrá contar con Juampe pero recupera a Ismael Chico y Óscar Martín, viene de perder en Cádiz y con cierta irregularidad. No obstante, en el Municipal está sólido y con unos primeros minutos a temer por los rivales. Además, está el plus Copi. El delantero siempre comparece extramotivado ante el equipo de su ciudad natal y suele marcar. También juega a favor de los albinegros que están más asentados en la categoría, aunque saben que su rival se dejará el alma en el campo, y llega en buena racha. Si quieren seguir aspirando, aunque no es su obligación, a estar en la pelea no se pueden permitir un tropezón s que, de paso, supondría verse superado en la tabla por su eterno rival.