ALGECIRAS. - La resaca de la jornada no es agradable para los intereses rojiblancos. Era evidente, ojo, que un día debía llegar la derrota. Claro que lo ha hecho de una manera extraña, ante el Guadalcacín, en casa, y tras una semana atípica. Lo dicho en el titular, viene que ni pintado. 'La Ley de Murphy' o si la tostada cae al suelo seguro que lo hace por el lado de la mantequilla. Hasta Mere, sería un síntoma, se puso el chubasquero al revés. El Algeciras perdió ante el cuadro jerezano, otro que se lleva un recuerdo para la historia como en su día el Benalup o el Trebujena, por varios factores. El primero por su indolencia "no entramos bien al partido", admitió el de El Puerto. El segundo por el acierto, casi cien por cien de efectividad del rival, y el tercero, aunque habría más, por las cosas intangibles del fútbol. "Nos fuimos con todo arriba tras el empate y nos pillaron" dijo Mere. Claro que el preparador del Guada, al menos, fue sincero. "Cuando el empate lo dábamos por bueno llegó el gol que nos premió a no renunciar nunca y al enorme trabajo que hizo mi equipo". Más que el 0-2, criticable es el primero por la falta de intensidad a la hora de entrar en el partido, lo peor, en opinión del humilde servidor al que cada semana leen ustedes y para los que no hay agradecimiento suficientes, fue el no saber, al menos, conservar el empate. Cierto es que todos, también el que escribe, pensó que la remontada sería completa. Decía que la derrota llegaría, lo ha hecho tras un tramo de temporada soberbio que ha permitido, incluso, seguir al mando de las operaciones pese al patinazo ante los de Jerez. Lo que ocurre es que además llegó tras la decisión, absolutamente asumida por Mere, de prescindir de David Enríquez, preparador de porteros. Una medida que, ojo, es respetable, pero que no se ha explicado bien y además saca a la palestra cosas de la pasada temporada. Otra vez el palo de un descenso que, se quiera o no, está ahí. Si Mere llega en julio y dice este es mi equipo de trabajo, nada que objetar. Ahora suena raro, aunque hace bien el técnico en imponer su criterio, no cabe la menor duda que el club, otra vez, queda en mal lugar, de cara al aficionado. Y es que de nuevo parece estar entregado a un técnico. Eso tiene mucho que ver, y ojo que no es tema sólo de ahora, con la falta de estructura. Más allá del respeto, admiración y algecirismo del bueno de David y con todos los aplausos para su enorme labor, no parece que el ascenso dependa de eso, aunque ojo todo suma. Claro que el altavoz es mayor tras la derrota. Un ruido que pesa, es increíble pero algunos tienen ganas, sobre el equipo que manda en la categoría, que ha perdido tras 13 semanas y que el sábado, en Écija, tiene la ocasión de apagarlo. Mientras tanto habrá que recurrir, por ahora, a la Ley de Murphy para intentar explicar lo acontecido el domingo. Foto: algecirascf.net