ALGECIRAS. - La Resaca, muy dulce para el algecirismo, llega fiel a su cita y con la alegría del triunfo ante el eterno rival. Una victoria lograda a base de casta, corazón rojiblanco y coraje. Todo ello ante un equipo que demostró su consolidación en la categoría y que, ni mucho menos es el peor del grupo pese a su clasificación actual. El Mirador disfrutó y ahora sí el arranque de un recién ascendido, no lo olviden nunca, se puede considerar positivo. Al lío

El gol de Iván, con todo el significado que tiene por lo de canterano, la lesión y la simbología que quieran añadir para que los fieles -gracias- no de la brasa al que suscribe, sirvió al equipo de Mere para dar ese paso adelante que se pedía. La entrega de Joselu, la velocidad de Luque o Melchor, la clarividencia de Medina, la casta, el corazón y la inteligencia del capitán, la jerarquía, por fin, de Cristo Díaz, así como la contundencia de los centrales, Víctor-Benítez, la experiencia de Máiquez y Alvar  y como no la seguridad  de Josemi sirvieron, junto a la grada y los que entraron desde el banco, para derrotar a un rival enorme. "Aunque todos han estado bien quiero destacar ese paso adelante de Cristo", apuntó un satisfecho Mere en sala de prensa.

El técnico, que no cambia nunca y eso le avala, dejó claro que, no sólo es lector de Horasur (gracias por ello), sino que su línea de trabajo es la misma con 100 puntos o peleando por la salvación como es el caso. "Yo no tengo que vender motos, el mayor algecirismo es trabajar cada día", aún sabiendo,  "lo que supone ganar al eterno rival".

Y es que el equipo rojiblanco se dejó el alma para conservar, como oro en paño, el tanto de Iván. Un gol que llegó pronto y que condicionó el encuentro. De hecho, pese a que estamos en el inicio, ambos tenían necesidad de sumar los tres puntos. Si el partido hubiese acabado en aquel momento el algecirismo se habría dado ya por satisfecho. Luego, con uno más, entraba la duda de si ir por el segundo o conservar el tesoro. Sobre todo viendo el rival que tenían enfrente. En cualquier caso, el derroche físico fue brutal. "No nos sobra nada" volvió a repetir, una semana más, el míster. Tiene razón pero eso también lo sabe la centenaria grada rojiblanca.

Afrontar cada partido como una final es la filosofía. Más juego directo, pocas complicaciones y reagruparse para defender todos. En la segunda línea hay talento y velocidad para incordiar a los rivales. Paso a paso, otra vez la frase de Chamorro, el equipo sigue creciendo. Aspecto ese que siempre es positivo para un conjunto que viene de Tercera, no lo olviden insistimos, y además se encuentra en un grupo tan atractivo como duro.

Pasó el clásico, lamentable lo ocurrido en la sede y más aún si se confirma que además eran seguidores cadistas, la victoria quedó en casa y no está de más recordar el buen comportamiento de la inmensa mayoría.

Son tres puntos, sólo tres, para llegar a la cifra de siete con 15 jugados.  Y es que aquí nada es sencillo. "El Cádiz sólo ha ganado dos encuentros", espetó Mere para señalar la dureza de cada batalla. Ni con un enorme presupuesto se puede uno pasear en esta apasionante Segunda B.

Su tropa, cada vez con más adeptos, sigue haciendo del orden una virtud. Ese que el año pasado también permitió al equipo ascender aunque los había que se agarraban a la superioridad. Ahora, desde muchas veces la inferioridad, ese orden sigue siendo un argumento más que sólido para que el bloque aguante en pie ante cualquiera. Luego hay que esperar la inspiración de los de arriba y que alguno más, que lo necesita el equipo, de ese paso adelante que el domingo se plasmó en Cristo.

Los nuestros, por ahora, cumplen en casa e incluso, habría que ser justos, han merecido más,  ya que el día del Linares lo bordaron durante 30 minutos. Pero esto es lo que toca en la categoría. Ahora, cargados de moral, con los pies en el suelo, y centrados sólo en liga, se intentará sumar lejos de los muros del santuario. Próxima parada: Sevilla. Allí a las 11.30, con excursión de la Peña la Bufanda y seguro que con muchos algeciristas, el cuadro rojiblanco buscará seguir creciendo, aunque luego el fútbol dictará sentencia. Lo que sí parece asegurada es la entrega y el orden.