Gran jornada en el Grupo IV de Segunda División B para los  representantes del Campo de Gibraltar. Vaya por delante que aún es pronto, muy pronto, para casi todo, pero nos es menos cierto que nadie va a quitar ya los 12 puntos con los que cuenta la Balona ni los ocho que suma el Algeciras. Dicho esto, y ahora que el viento sopla a favor, habría que mantener la calma, especialmente en el bando algecirista. Todo ello sin ánimo de evitar el cierto disfrute de unos y otros. "Acabamos de llegar y tenemos cosas que corregir", espetó Sanlúcar para recordar que sus hombres "son los mejores" más allá de cifras económicas que se manejan en otros clubes. Mensaje claro y siempre presente en el entrenador que ha calado en el vestuario. Los de Escobar ganaron en Guadalajara y obviamente no pueden esconder que van a por todas. Es cierto que otros tienen más obligación que ellos, lo que debe ser una baza, pero no es casualidad que por tercer año consecutivo los blanquinegros estén ahí. Todo ello con las lógicas reservadas comentadas al inicio de esta resaca en la que una semana más damos las gracias por el seguimiento. La prueba en el Pedro Escartín era de las grandes y comenzó con un gol en contra casi desde el vestuario. Daba igual ya que un conjunto consolidado, trabajado y con una idea clara sabe reponerse a eso y a mucho más. Dos partidos lejos del amparo de los suyos, siempre fiel la afición linense que ahora debe responder al equipo, y seis puntos para confirmar que el día del Almería fue el partido tonto del año. Insistimos resta mucho pero veremos si alguien es capaz de bajar a los balonos de la parte noble. ¿Y el Algeciras? Pues sacó cuatro puntos de los seis que ponía en juego en el Mirador y además ganó a un rival directo, a priori, por la permanencia. "El Écija es muy malo" dirán los cangrenas y también algunos de los apóstoles, ojo que me temo nos quedaremos toda la temporada con ellos, repetimos que ahora no somo el león. Por ello, sin evitar críticas que nunca deben faltar, sería bueno también poner en valor el esfuerzo de un grupo que tiene una virtud muy grande en el fútbol: esconder los defectos al máximo y eso que ante el Écija se mostraron algunos. Decía Sanlúcar, en sala de prensa, que no se pudo desplegar buen fútbol. Lo decía casi contrariado. Sin ánimo de nada, me permito una licencia míster y sabe que va sin osadía. Desconozco el tiempo que estará entre nosotros, los resultados mandan y bien claro que lo tiene, pero si vale de algo lo que aquí se escribe más allá de ser la opinión de un loco rojiblanco que intenta ser ecuánime, para servidor y para muchos otros el Algeciras jugó un gran partido, por ejemplo, en Carranza y ayer también lo hizo. Es que, con el respeto debido a todos los gustos, la milonga esta que nos han contado de que sólo se puede jugar de una manera y dando mil toques al balón, a veces sin sentido, no es cátedra. Simplemente dejar claro eso, también recordar, no está de mal ahora en las buenas, que el equipo de nuestros amores, por más que nos pueda doler, no puede medirse, ahora mismo, con otros que ya llevan tiempo en la categoría y que han demostrado su solvencia. Si al inicio de la temporada  le preguntamos a la sabia afición algecirista, ojo no a los apóstoles que piensan nunca hay rival, si firmaba ocho puntos a estas alturas lo habría hecho con los ojos cerrados. Cada uno de ellos ha sido sufrido, merecido y trabajado. Sólo una derrota y curiosamente, el fútbol es eso, en el partido en el que menos lo mereció. Guadalajara y San Fernando, hasta el Cacereño, hicieron más que el actual líder para vencer a los de La Menacha. Capítulo aparte merece hoy  Ryan Harper. Son muchos los que cuestionan que un nueve no dispare, no sea un killer y mil cosas más. Otros valoran el trabajo, descomunal, del delantero centro y además ahora se cargan de argumentos con los dos chicharros que clavó en el marco astigitano. Harper es lo que es y no hay más. "La afición es soberana pero no puedo pedir más a quién lo da todo", Sanlúcar dixit. Señores, con el respeto que siempre muestro a algo tan grande como es el mi club y su afición, tiro de tópico. Si metiese 20 goles corriendo y presionando como lo hace ya les podemos asegurar que no estaría en Segunda B. Esto no supone que se le perdone todo, pero el equipo algecireño tiene un perfil de conjunto veloz, por lo que los llegadores son los llamados a aprovechar lo que hace el protagonista del duelo ante los azulinos. En cualquier caso toca saborear el momento, "vendrán tiempos peores", también apuntó el entrenador y es que quedan, nada más y nada menos, que 33 semanas. Pero cuando llegue el pesimismo, digo para los algeciristas, sólo queda recordar lo vivido en temporadas pasadas y analizar los partidos que llevamos ya en casa. ¿Volver a eso? No. Queda mucho sufrimiento pero el año pasado ni venía el Guadalajara, ni había que visitar el Carranza y ni tan siquiera había clásico ante el eterno rival, digo para los desmemoriados, todo ello ahora que vienen la buenas y sin ánimo de chafar la alegría.