ALGECIRAS. - Nos subimos hoy en nuestro Hyundai para dar un paseo relajado por la ciudad y de que nos permite analizar, con calma y sólo como un aficionado más, la importantísima victoria del Algeciras ante el Marbella. Al lío.

“Estoy muy satisfecho con los tres puntos. Había que ganar, ganar y ganar”. Así comenzó Mere su comparecencia cuando se le cuestionó, por parte de este humilde plumilla, que en la primera parte el equipo había sufrido mucho, además de trabajar una enormidad, para contener el dominio de Marbella. Cierto es, aquí un firme defensor, que lo único válido es el triunfo. El mismos que nos permite - a todos los que sufrimos, padecemos y disfrutamos esta sagrada religión- mirar con más calma la clasificación.

Sin estar en la mente del míster, es imposible con cualquiera, esa manifestación sonó a reivindicación y a cierto desagravio, entendible al menos para servidor,  por los murmullos, a veces pitos mínimos, que se escucharon en la grada tras la primera media hora.

Llevamos semanas escribiendo aquí, gracias a los que nos siguen, que el Algeciras, más allá de otras opiniones y sin ánimo de sentar cátedra que para eso ya hay otros, está peleando contra enormes rivales y que no le sobra nada. El Mirador, sabio casi siempre, va entendiendo que la categoría, sí esa por la tanto peleamos, está repleta de presupuestos muy por encima del nuestro y de equipos a los que sólo les vale el ascenso. Vaya por delante que no es el caso del Marbella. Tampoco está de más recordar, no ya que tiene más presupuesto, sino que sólo había perdido tres choques.

Viene esto a colación por la sensación que tienen algunos, pocos aunque hagan ruido, que cada partido el cuadro rojiblanco tiene que dominar claramente, ganar 3-0 y dejar alguna pincelada para verla en los telediarios del lunes. Ojo, si sigue usted leyendo que espero sea así, aquí también se apuesta por la exigencia, la crítica y el respeto a todas las opiniones. La suya, si es de esos, es tan válida como la mía. Ahora, bien, la realidad es la que también debe ponerse sobre el tapete.

Mere, que por lo que sea no acaba de encontrar el consenso, está sacando un enorme rédito de un plantel al que está exprimiendo al máximo. Luego se pueden entrar en valoraciones con determinadas situaciones pero que son ya temas de manejar el día a día. Lo que pocos, salvo los que ya tienen el NO por delante para todo, pueden negar es que el orden con el que se está manejando el equipo está supliendo muchas carencias. Mérito del entrenador y de los jugadores. El gol de domingo, centra el lateral izquierdo y remata el derecho, no sólo demuestra “ambición” como apuntó el de El Puerto, sino compromiso, fe, garra y coraje. A eso hay gente en el vestuario, léase Máiquez, Iván o Víctor, sin desmerecer al resto por supuesto, a los que es complejo ganar.

Se trata de tapar carencias, de ganar lo que se debe e intentar dar zarpazos como el de Huelva o Mérida. Claro que hay calidad y la grada lo sabe apreciar. Baste citar la enorme ovación que se llevó Santi Luque. Muchos de los que aplaudieron eran los mismos que pitaban en el minuto 30. Eso es el fútbol, una catarata de sensaciones y que en el caso del Algeciras, para bien ya que la indiferencia sería peor, se multiplican sin sentido.

Pero no está de más señalar, cuando la primera vuelta encara su recta final, que los nuestros siguen peleando, tirando de casta, orgullo y de mucho coraje para mantenerse a flote. Olvidando problemas económicos, exigencias, que están bien pero que a veces parecen exageradas, y otra serie de inconvenientes. La Tercera, afortunadamente, ya pasó aunque sí de lo que se trata es de ver ganar al equipo, casi siempre y de forma fácil, pues volvamos a ella. Seguro que la mayoría, espero y deseo, prefiere seguir sufriendo, peleando, animando y pitando, pero en la categoría de bronce.

Aparcamos nuestro Hyundai y lo hacemos con dos recordatorios. El primero que el jueves hay una cita,  a las nueve de la noche, importante en lo deportivo y solidaria en lo social. Llegan los 30 minutos del Jumilla y anotar un gol, que duda cabe, sería garantizar una navidad feliz y rojiblanca. Acudan y de paso lleven un kilo de alimentos para los más necesitados, ese el simbólico precio de la entrada.

La segunda es que la Peña la Bufanda, como siempre, ya prepara la excursión a Villanueva de la Serena. Salen el domingo a las siete de la mañana desde los puntos habituales. Los números de contacto también son los clásicos: 666 760 812 y 956 63 39 73