Salida triunfal de los tres diestros
Salida triunfal de los tres diestros

La emoción de los Victorinos cierra la feria con Ferrera, Chacón y López Simón a hombros

La emoción de los Victorinos cierra la feria con Ferrera, Chacón y López Simón a hombros

Volvía Victorino a Algeciras desde que lidiase por última vez allá por 2008 y lo hacía con el aliciente que siempre suponen los toros del hierro de la A coronada. Lo hacía con ilusión, con una corrida bien presentada y con emoción que resultó el broche de oro de una Feria que apunto estuvo de caer en el desastre ganadero y que encontró en los toros de Victorino el colchón perfecto sobre el que amortiguarse.

Salió el primero de la tarde, aplaudido por parte del público, pero que nunca terminó de entregarse. Antonio Ferrera se mostró voluntarioso y queriendo siempre para sacar cuanto pudiera tener el toro dentro, pero nada más allá de la realidad. Cierto es que brindó al público como muestra de sus intenciones pero, a la postre, poco pudo sacar de este primero, sin transmisión en sus embestidas ni recorrido que permitiese lucir en el toreo en redondo. Anduvo solvente con la espada y escuchó palmas. 

Octavio Chacón, a quien recuerdo triunfar clamorosamente de novillero en este mismo coso, mostró su más que reconocido oficio ante un toro que, sin comerse a nadie, tampoco se entregaba lo más mínimo, reservón y probando ante cada cite del diestro. Medias arrancadas sin terminar nunca. Probó Octavio cuanto pudo y, aun siendo reconocida su labor, no consiguió hilvanar faena ante una embestida sosa, algo apagada, de escaso recorrido y sin transmisión. Acertó con la espada de primeras y escuchó una ovación. 

Alberto López Simón debutaba con los de Victorino. Anduvo solvente de capote cambiándole los terrenos para encelarlo y sacarlo hacia los medios ante la repetición cansina del toro sin salirse de los vuelos. Cumplió en varas y no dificultó mucho la labor en banderillas. Mantuvo la tónica de sus antecesores sin entrega, como reservándose. Probó el diestro cuanto pudo sin obtener resultado a destacar. Sin transmisión es difícil que los tendidos perciban emoción. Aún así, y habiendo acertado con facilidad con la espada, recibió palmas en agradecimiento a su labor.

El descanso en las corridas de toros tiende a adormecer al público, pero Ferrera, atisbando buena condición en su segundo, puso todo de su parte ante la nobleza y buena clase aunque de escaso recorrido del toro, logrando una faena con momentos de excelente brillantez y gusto aprovechando cada arrancada que le proponía el de Victorino. Lo cuajó con excelentes muletazos por ambos pitones, aunque no se salía de los vuelos de la muleta. Gustó al respetable y se gustó el torero que disfrutó e hizo de disfrutar  de su faena. Dejó la ayuda sobre el albero e improvisó muletazos de nuevo a derecha e izquierda con exquisita clase. Estoqueó citando a larga distancia, al paso, y acertó de pleno con la espada logrando las dos orejas como premio a su labor.

Recibió con solvencia Octavio Chacón al quinto de la tarde cambiándole los terrenos para sacarlo hacia fuera mostrando su buen conocimiento de estas reses. No perdió intensidad ni la embestida del toro ni la labor del diestro. Se fue dispuesto a los medios a brindar a los tendidos su labor y de principio a fin logró una obra de menos a más apurando la buena condición del de Victorino. Toreó por ambos pitones, con conocimiento, técnica y no poca intensidad haciendo a los asistentes partícipes de su labor con mérito y emoción, que tan faltos de ello estamos. Una estocada entera levemente desprendida acabó con la res rodando y con las dos orejas en manos del gaditano tras una labor de las que, cuando surgen, hacen estallar al público.

Consiguió lancear López Simón a la verónica con mucha intensidad y emoción  al sexto hasta que un inoportuno traspiés lo puso a merced del toro quedando semi inconsciente. Lo trasladaron a la enfermería y no tardó apenas unos minutos en volver al ruedo sin chaquetilla ni chaleco aunque visiblemente conmocionado aun. Continuó la lidia con bastante intensidad tanto en varas como en banderillas. Se fue dispuesto Alberto a brindar al público y fue una de esas faenas intensas de cabo a rabo, sin perder un ápice de emoción. El toro, bravo y al que había que hacerle las cosas muy bien, repetía con fiereza y sin salirse de los vuelos. Consiguió Alberto cuajar faena grande, por valor, intensidad y honradez torera a base de porfiar y consentir al Victorino. Labor de muchísimo mérito que, tras pinchar y conseguir algo más de media estocada cortó otras dos orejas que le permitirían acompañar a Ferrera y Chacón en la salida a hombros. El toro fue ovacionado en el arrastre…  y es que cuando hay emoción…  sobra lo demás. 

Concluía así la tarde en Algeciras y, en consecuencia, la Feria, con los tres espadas a hombros acompañados también por el mayoral de la ganadería. Resultado que salva los muebles de esta edición que, la primera tarde por el reiterado fallo a espadas y la segunda por el nulo juego de los toros nos tenía en vilo por lo que pudiera ocurrir en  esta tercera. Al final se impuso la emoción del ganado junto con la entrega de tres toreros que, cada cual en sus formas, encontraron las sendas del triunfo por derecho propio.

Ficha del festejo

Sábado 25 de junio de 2022.

Dos tercios plaza. Se lidiaron 6 toros de Victorino Martín, bien presentados e interesantes en conjunto destacando los jugados en 4ºy 5º lugar por nobleza y buena clase y el 6º por la emoción en sus embestidas. para:

Antonio Ferrera, de verde y oro. Palmas y dos orejas.

Octavio Chacón, de blanco y plata con los remates negros. Ovación y dos orejas.

López Simón, de berenjena y azabache. Palmas y dos orejas.

La emoción de los Victorinos cierra la feria con Ferrera, Chacón y López Simón a hombros