Morante de la Puebla
Morante de la Puebla

Morante, Talavante y Galván, torería sin espadas en la primera de feria

Morante, Talavante y Galván, torería sin espadas en la primera de feria
Desde 2019 sin Feria Real de Algeciras y, en consecuencia, sin corridas de toros, a excepción de la organizada el pasado verano de forma casi excepcional para aliviarnos el sinsabor de no tener toros tanto tiempo y parece que los aficionados lo han asumido con interés, quizá algo por debajo de lo que cabía esperar en un cartel como el de hoy, que reunía a 3 toreros a los que todos queremos ver, cada uno por circunstancias distintas.

Rompió al fin el paseíllo en Las Palomas en tarde soleada aunque ventosa y, sin duda, había ganas de toros. Es de señalar que los tendidos dedicaron una sonora ovación al diestro Morante de la Puebla, quien a principios de semana perdía a su padre y, aun así, decidió mantener su agenda y acudir a nuestra plaza.

Algo violento y de embestida desordenada el primero de la tarde al que Morante apenas pudo recibir de capa lo suficiente para fijar sus embestidas. Si bien intentó torear a la verónica tras los dos puyazos que recibió el toro y dejó entrever esa forma de lancear que todos ansiamos ver. En la faena de muleta dibujó muletazos con gusto aunque molestado por el viento que sopla en el coso de Las Palomas. El toro fue perdiendo recorrido y siempre punteando al final del muletazo. Una estocada fácil y recibió una ovación.

De similar condición de salida resultó el primero del lote de Talavante al que si que pudo lancear con cierto temple y gusto a pesar de la inclemencia meteorológica que para el toreo supone el viento.  Buen tercio de banderillas el que protagonizó su cuadrilla. Ya en la faena de muleta, destacar la despaciosidad que intentó imponer el torero a cuanto hacía y que brilló sobretodo al natural intentando deslizar hasta detrás de la cadera cada muletazo. La condición del toro tampoco permitió un mayor lucimiento. Recetó una buena estocada y hubo petición y ovación para el torero.

Volvió David Galván a la que podemos considerar su plaza talismán, y puso gusto y empaque en su juego de brazos recibiendo al tercero de la tarde. Es David uno de esos toreros que torea incluso sin toro, todo lo hace en torero y eso llena de contenido su actuación. Pareó con lucimiento Víctor Nieto. Brindó a los tendidos algecireños David que cuajó una faena de muchísima clase y elegancia. Le echó muy abajo la muleta al toro en series largas y lúcidas que levantó al público de sus asientos en varias ocasiones. El toro mantuvo su embestida enrazada y con recorrido durante toda la faena y eso hizo que se pidiera incluso el indulto. Lo estropeó Galván con la espada…  que perdió así a buen seguro las orejas del toro, el torero recogió una fuerte ovación y el toro también fue ovacionado en el arrastre.

Lección técnica, artística y torera la que nos ha dejado en el cuarto toro Morante de la Puebla. Toreo a la verónica cargado de arrebatado barroquismo morantista que encontraron continuidad en un quite por chicuelinas con la misma identidad. Se arrancó de largo el toro al caballo sin estar colocado el picador. Incierto inicio de faena tras brindar al público que supo enmendar el torero buscando los terrenos al toro y al viento y toreando de largo al repetidor astado. El toro anduvo con esa embestida con movilidad pero buscando la huida cuando podía provocando algún que otro apuro al diestro. No se descompuso Morante que redondeó su labor con una estocada al segundo intento y cortó una oreja.

Talavante y el quinto toro dejan la sensación tibia de haber faltado más redondez a la faena. Todos queremos ver a Talavante en toda su plenitud, y aunque la faena ha tenido momentos importantes, en otros, toreando más al hilo y en ocasiones fuera de cacho, perdía intensidad. El conjunto sí, el conjunto gustó al respetable. Faena por ambos pitones que, a mi entender, no encontró en los tendidos el calor necesario a excepción de algunas series concretas. Cortó una oreja y hubo leve petición de la segunda.

A pies juntos seguidos de un ramillete de chicuelinas recibió Galván al último de la tarde, un toro que echó la cara arriba en el caballo y mantuvo un aire suelto en sus embestidas. Me lo van a permitir, pero yo disfruto viendo las ganas que pone este torero. Llenó todo el perímetro del albero de torería supo, además, poner la técnica necesaria en su faena, no quitar la muleta de la cara del toro para mantenerlo encelado permanentemente o a las primeras de cambio habría buscado las querencias de mansito. Volvió a fallar con los aceros otra faena que habría puesto un marcado triunfo en manos de este torero. A pesar de ello, cortó una oreja.

En definitiva, una tarde en la que los aceros privaron a los diestros de un triunfo al menos más destacado e incluso de haber podido salir a hombros. Si bien ello es un aspecto destacable, no lo es menos para el aficionado la importancia de quedarse con cuanto de bueno han tenido algunas de las faenas vividas esta tarde.

Ficha del festejo

Jueves 23 de junio de 2022.

Algo más de media plaza. Se lidiaron 6 toros de El Torero, con movilidad, mansurrones salvo el tercero al que se pidió el indulto. Corrida bien presentada en líneas generales para:

Morante de la Puebla, nazareno y azabache. Ovación y oreja.

Alejandro Talavante, nazareno y oro. Ovación y oreja.

David Galván, blanco y oro. Ovación y oreja.

Morante, Talavante y Galván, torería sin espadas en la primera de feria