La Línea estudia crear un centro neurálgico mundial para la observación responsable de cetáceos

Avistamiento de cetáceos

La Playa de la Alcaidesa ha sido escenario desde el pasado martes del proceso de exhumación del ejemplar juvenil de rorcual común varado hace más de un año en esta parte del litoral. Un total de veinte voluntarios han participado en el proceso, bajo la dirección técnica de la empresa local, Ecolocaliza, y la adjudicataria de los trabajos, Ecowildlife Travel S.L., contando con el apoyo del Ayuntamiento de La Línea de la Concepción y la Diputación Provincial de Cádiz.

Hoy se ha celebrado una reunión técnica de finalización del proyecto con participación del alcalde, Juan Franco; el concejal y vicepresidente de la Diputación, Javier Vidal, y la concejal de Medio Ambiente, Raquel Ñeco, tras la cual, el primer edil manifestó que este es “el primer paso que damos desde las instituciones públicas para convertirnos en centro neurálgico mundial de la observación responsable de cetáceos”.

La actuación se complementará con otras acciones como la celebración de un Foro Internacional de Mujeres Líderes en la Conservación Marina y Ciencia Ciudadana, en el que se debatirá el futuro de un sector que aúna cuidado del medio ambiente, sostenibilidad y turismo.

La idea es revalorizar la costa linense como lugar privilegiado en la observación de cetáceos y otras especies marinas que transitan estas aguas en sus migraciones. Por ello, el Ayuntamiento y la Diputación trabajan para analizar, catalogar y transmitir, en el ámbito de la ciencia ciudadana, la importancia de estas rutas migratorias y la necesidad que hay de preservarlas. Para ello, son fundamentales el concurso y participación de los habitantes de La Línea, su concienciación medioambiental e implicación.

Estos varamientos ponen de manifiesto la presencia de cetáceos cerca de las playas de La Línea. El ejemplar exhumado esta semana pertenece a la segunda especie más grande de ballenas del planeta que en su época de migración van desde el mar Mediterráneo hasta el océano Atlántico entre primavera y otoño, para regresar en invierno.